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LAS VENTAS

El capote de Vilariño

La cuarta de las novilladas nocturnas transcurrió sin apenas gloria, por no decir que ninguna, salvo el capote de David Vilariño, que ofreció un toreo de gusto y empaque. El ganado, manso y soso, dio pocas oportunidades.David Vilariño ya había mostrado sus mejores cartas toreras en el quite que le hizo en su turno al primer novillo. Recibió a su primer burel con unas verónicas, las primeras a pies juntos, y después con el compás abierto, de excelente juego de brazos, manos bajas y embraguetándose, en donde hubo arte y salero. Galleó muy bien por chicuelinas y dejó al novillo en suerte frente al picador, con una revolera despaciosa que los tendidos aclamaron.

En la faena de muleta hubo una primera buena serie con la derecha, pero Vilariño no terminó de medir el trasteo y las condiciones del burel. A su segundo lo recibió de capote otra vez con buenas maneras. Mas el novillo se partió el pitón izquierdo, quedó inútil para la lidia, y no pudo hacer otra cosa que abreviar. El público abroncó al presidente, por no cambiar al mermado novillo, pero el usía estuvo en su razón, y no devolvió una res inutilizada en el ruedo.

Vergara / Bejarano, Vilariño, Millán

Novillos de Hnos. de Vergara- uno devuelto por inválido-, bien presentados, mansos, de poco juego; sobrero, 6º, de Palomo Linares, manso, manejable.Manolo Bejarano: silencio; silencio. David Vilariño, nuevo en esta plaza: oreja; silencio. Plaza de Las Ventas. 7 de agosto. Nocturna. Dos tercios de entrada

Bejarano recibió a su primer novillo con una larga cambiada y luego le enjaretó unas verónicas de justo trazo. El novillo llegó al último tercio muy falto de fuerzas, se defendía y apenas pasaba, no había manera de correrle la mano. Bejarano estuvo firme y lo intentó por los dos pitones. En su segundo estuvo cumplidor, sin terminar de centrarse por el pitón posible del novillo, que era el derecho.

Carnicerito de Úbeda recibió valeroso a su primero con dos largas cambiadas. En la muleta tuvo poco que hacer, ante un descastado novillo de calamocheo inclemente. Al manejable sobrero le obligó con la muleta, sin terminar de haber entendimiento ni la ligazón necesaria.

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