Fuenlabrada proyecta alejar los bares del centro urbano y situarlos en una zona de ocio

Las protestas vecinales, reiteradas un fin de semana tras otro, han acabado por persuadir al gobierno local de Fuenlabrada (integrado por el PSOE e IU) de que los pubs y bares de copas deben reubicarse lejos del casco histórico. Y cuanto más apartados, mejor. Por eso, el ejecutivo fuenlabreño ha incluido en su Plan General de Ordenación Urbana la creación de un espacio de 170 hectáreas en el paraje de La Pollina para concentrar en él todos estos locales incómodos para la ciudadanía. Este parque de ocio debería estar listo "en cuestión de seis a ocho años", avanzó el alcalde, José Quintana.Esta agrupación de locales nocturnos es una de las novedades más llamativas que incluye el Plan General, aprobado ya por la corporación -con el voto en contra del PP- y a la espera sólo del visto bueno definitivo de la Comunidad. Ese parque de ocio, alejado varios kilómetros del casco histórico, incluirá también restaurantes, cines y unas 300 viviendas y estará ocupado en un 60% por zonas verdes.

La redacción definitiva del Plan abunda en algunas viejas aspiraciones de la ciudad. Así, se prevé el cierre definitivo de la línea de cercanías C-5 (Móstoles-Atocha-Fuenlabrada) como trayecto circular con dos nuevos apeaderos, en Loranca y junto al futuro campus de la Rey Juan Carlos. Las previsiones incluyen 6.000 nuevas viviendas, con lo que Fuenlabrada debe superar la barrera de los 200.000 habitantes en menos de 10 años.

En cuanto al desarrollo industrial, dos pequeños polígonos, La Estación y La Piqueta, están llamados a desaparecer por encontrarse muy deteriorados y demasiado próximos al centro del municipio.