Por el angosto cauce del Mijares

La parte alta del río Mijares, que recibe la consideración de comarca natural, configura en el interior meridional de la provincia de Castellón un atractivo itinerario natural para los viajeros que aprecian descubrir aguas benéficas y saludables. En la importante ciudad de Onda se abre la entrada a esta ruta de turismo de interior, cuya longitud viene marcada por dos embalses, el de Sitjar en la parte baja y el de Arenós en el punto más alto. Ribesalbes, Vallat con su industria ceramista, Espadilla y Argelita son los primeros pueblos que jalonan esta ruta. Pero es a partir de la población de Toga donde el camino se estrecha y el río comienza a mostrar sus característicos cortados y cañones. Toga posee un manantial galardonado en numerosas ocasiones, desde los tiempos en que se desconocían los placeres del sol y del mar y el verano, por tanto, se consumía entre montañas y ríos. A unos 300 metros de la población y protegida por una higuera, la Fuente Caliente vierte aguas que merecieron la medalla de plata en la Exposición Regional de Valencia de 1909. Su efectos balsámicos estan probados en el tratamiento de la obesidad, litiosis biliar y vírica, en las enfermedades del estómago y en la gota. Facilitan la digestión y despiertan el apetito. En invierno sorprende al beberla su permanente temperatura templada. La carretera continua por un trazado angosto hasta Cirat, centro comarcal levantado sobre una colina, que aprovecha un ensanche de la cuenca fluvial para extender su dominio. Las ruinas del castillo moro hablan de un pasado vinculado al último rey de Valencia, Sidi Abu Said. Se convirtió al cristianismo tras la reconquista y por ese gesto perdió su dominio sobre la huerta valenciana a cambio de estas tierras escondidas, lejos de la costa, conocidas también con el nombre de baronía de Arenós. Del palacio de los condes de Cirat sólo permanece el testimonio de su torre. El resto desapareció en los violentos enfrentamientos desencadenados en estos parajes a raíz de las guerras carlistas. Después de Montanejos el viajero encuentra el embalse de Arenós y en un extremo del pantano la población de Puebla de Arenoso, con su pequeña plaza triangular, cubierta por soportales. La iglesia de estilo renacentista, dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles da el tono pintoresco a esta villa que tiene poco más de 200 habitantes. El castillo de Arenós, o Arenoso en su versión castellana, refuerza la histórica presencia del rey moro en estos parajes. Sus oponentes libraron duras luchas por sus pactos con el monarca Jaime I y su acercamiento a los nuevos ocupantes al casar a su hija con un caballero cristiano. El topónimo Arenós reaparece en otras poblaciones de la comarca. Las casas de Campos de Arenoso sin embargo permanecen mudas, sin poder recordar su nombre, sepultadas bajo las aguas del embalse. Para abandonar este valle con el propósito de volver a la costa existe como alternativa el antiguo camino de Valencia que pasa por la población de Montán. Al ascender por esta ruta, Montanejos se queda lejano y en el fondo del valle. En la cota 900 del puerto de Arenillas se establece el cambio de vertiente de las estribaciones de la Sierra Espadán para entrar en el valle del río Palancia y en el área de influencia de Segorbe. Los montes carecen de arbolado y la visión del territorio es muy amplia. En Montán se instaló durante el siglo XVIII una comunidad de monjes servitas. Construyeron en 1765 un amplio monasterio y una iglesia, que fueron abandonados con motivo de la desamortización. Hoy el convento permanece en pie para satisfacer la curiosidad de los visitantes. Este municipio cuenta también con manantiales, a destacar las fuentes de la Tejerina, Amarilla y Bajo Castillo. Sus aguas ofrecen un largo historial de propiedades y cualidades saludables. Es el principal y tradicional reclamo de estas tierras interiores de la provincia de Castellón.REPOSTERÍA SELECTA

La relajación que produce al visitante el tratamiento en el Centro de Hidroterapia de Montanejos encuentra su justa compensación corporal en la pastelería Dulces Germán. La nuez fondant causa furor entre los consumidores de repostería. El misterio de la fórmula está en saber administrar juntos los tres sabores de la yema de huevo, la nuez y el azúcar. Otro exquisito postre se corresponde con el dulce de membrillo, y para los golosos de vocación la patacas, pasteles de hojaldre rellenos de crema y chantilly. Esta repostería selecta se sirve en la mesa de los restaurantes locales después de degustar alguno de los platos más típicos: olla de pueblo, potaje de garbanzos, ternasco, conejo a la montañesa con caracoles y rebollones, y el complemento de sabrosos embutidos. DEPORTE AVENTURA

Montanejos posee un centro promotor de actividades de turismo de naturaleza vinculado al hotel Rosaleda del Mijares. El centro de escalada que promueve cursos de iniciación y perfeccionamiento en el millar de rutas abiertas por los cañones del río y afluentes, está acreditado como uno de los más preparados de España. Otra sección del centro corresponde a cursos de orientación y prácticas del senderismo por los numerosos caminos que rodean el centro urbano de Montanejos. También se alquilan bicicletas para deslizarse con una mountain-bike por las rutas establecidas. Además los aficionados al barranquismo, puenting y rappel encuentran aquí las propuestas y parajes adecuados, igual que los amantes del piragüismo y de la espeleología. VACACIONES DE SALUD

La tradición de tomar las aguas existe en la Comunidad Valenciana desde la más remota antigüedad. Los establecimientos de turismo de salud ofrecen un estilo de vida en el que agua y relajación son los auténticos protagonistas. Al termalismo que se practica en el Balneario Hervideros de Cofrentes, en el de Chulilla, que se inauguró el siglo pasado, en el ya descrito Centro de Hidroterapia de Montanejos, en el Balneario Monlleó de Villavieja, Castellón (en funcionamiento desde 1785), y en el Balneario Verche de Calles, Valencia, hay que añadir en otros lugares la más moderna oferta de talasoterapia.