El ozono, un enemigo más en verano

Últimamente, tanto desde la Consejería de Medio Ambiente, como desde algunas concejalías del mismo nombre, en varias localidades andaluzas se ha avisado a la población de que, en ciudades como Sevilla, Córdoba, Huelva, Puerto Real o Cádiz, el nivel de ozono permitido por la ley (180 microgramos por metro cúbico de aire) se ha visto rebasado repetidamente, con el consiguiente peligro para la salud de las personas; en particular para aquéllas que padecen alguna afección respiratoria, los niños, o las que tienen más edad. "Pero no hay que alarmarse; el ozono sólo es un contaminante más que ahora se ha puesto de moda. Él sólo, per se, no causa las enfermedades respiratorias. En verano son muchos los gases que contaminan las ciudades; piénsese si no en todos los metales, monóxidos y dióxidos expulsados por lo coches", explica Vicente Martínez Peña, jefe de la Unidad del Aparato Respiratorio del Hospital Virgen Macarena. E insiste en que los políticos han sido, quizá, un poco alarmistas al anunciar estos datos, pues, los expertos norteamericanos en el tema hablan de que una situación es grave cuando se superan los 235 microgramos por metro cúbico de aire. "De todos modos, dar consejos para que se tomen precauciones nunca viene mal", concluye. El caso es que en la época estival los asmáticos lo pasan muy mal. "Entre las particularidades medioambientales que tiene el verano (sequedad, calor, polvo, suspensión de gases...) y el aire acondicionado, estos enfermos no saben qué hacer", comenta Martínez Peña. Por eso se recomienda tomar precauciones: no pasar bruscamente de un lugar frío a otro caliente, protegerse del sol, beber líquidos en abundancia, moderar el ejercicio físico, no beber alcohol... Y en caso de síntomas como la tos, el costipado continuo, la fiebre, el entumecimiento, los calambres..., acudir al especialista.