Francia rinde homenaje al inventor de la buhardilla
El padre de las buhardillas, el inventor de ese nuevo espacio habitable aquitectónico reservado en un tiempo al personal de servicio de la burguesía y hoy disputado por aquellos que aman la independencia y la originalidad, cumple este año el cuarto centenario de su nacimiento, y Francia se dispone a rendirle el correspondiente homenaje.Decidida a que la conmemoración no pase desapercibida, la ciudad de Blois ha remozado y engalanado su fantástico castillo para dar lustre a una gran exposición dedicada a mostrar que François Mansart, el arquitecto de los príncipes, además de idear el espacio que lleva su nombre, fue un arquitecto prolífico y genial, que puso su sello particular, su método de trabajo y su visión de la arquitectura a edificios singulares, desde el castillo de Blois al hospital militar parisino de Val de Grece.
Considerado barroco, François Mansart (1598-1666) fue el primero en introducir en los planes de las maisons (casas) burguesas de las afueras de París una ventana abierta a la altura del tejado, que permitiera aprovechar como vivienda ese hueco existente. La buhardilla, incorporada hoy a buena parte de los edificios, representa sólo un detalle del talento del gran arquitecto del siglo XVII. Entre los planos y proyectos de Mansart, expuestos hasta el 30 de agosto en una de las salas del castillo de Blois, construido por él mismo, el visitante descubrirá varios dibujos y documentos originales que muestran la perfección de su trabajo y las exigencias de su principal promotor, Gastón de Orleans, el hermano de LuisXIII.
Arquitecto oficial
En los años 1630, Gastón de Orleans le nombró su arquitecto oficial, con el objetivo de crear un nuevo castillo que debería conservar las alas levantadas por FranciscoI y LuisXII. Los dibujos de Mansart, destinados a la creación del nuevo edificio que quedó inacabado en 1638 tras la caída en desgracia de su protector, el hermano del rey, ilustran el espíritu riguroso y perfeccionista del gran arquitecto y revelan la existencia de un diálogo codificado entre los maestros de obra y los obreros.Los preciosos documentos permiten, según los responsables de la exposición, una mejor comprensión de las relaciones mantenidas entre Gastón de Orleans y François Mansart. Ciertas reflexiones y comentarios escritos sobre los planos de obra por el arquitecto traicionan el pensamiento del artista y ponen al descubierto sus dudas y desacuerdos con los gustos e ideas del hermano del rey.
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