"El Sistema Nacional de Salud debe atender a los excluidos y a los inmigrantes"

Ricardo Angora, de 39 años, cirujano de Rehabilitación y Traumatología en el hospital La Paz de Madrid, ha sido elegido como presidente de la ONG Médicos del Mundo (MDM) por unanimidad de la junta directiva. Sustituye en el cargo a Pilar Estébanez, que presidía la ONG desde su fundación hace ocho años.Pregunta. ¿Cuál es su programa?

Respuesta. No ha habido ninguna ruptura. Pilar ha dimitido voluntariamente. Las decisiones se toman colectivamente, no hay nada parecido al presidencialismo. Mi mandato es de dos años, y el objetivo, en lo organizativo, es seguir descentralizando MDM y crear las delegaciones autonómicas que nos faltan: Cataluña, Extremadura, Murcia, Cantabria y Navarra. También, potenciar el voluntariado y proseguir en la captación de fondos anónimos procedentes de empresas privadas.

P. MDM siempre ha abanderado una labor en pro de los excluidos. ¿Se va a mantener?

R. Vamos a incrementarla, si es posible. Cada vez crecen, tanto en los países empobrecidos como en los desarrollados, más bolsas de exclusión. La política liberal fabrica exclusión social. Nosotros trabajamos con inmigrantes, prostitutas y drogodependientes, brindándoles asistencia sanitaria y prevención de enfermedades como el sida. Las ONG somos pragmáticas y hacemos esa labor, pero los excluidos y los inmigrantes deben ser atentidos por el Sistema Nacional de Salud y por los gobiernos. El problema se agrava y de nada vale no querer verlo. Las ONG no vamos a dejar de denunciar las causas.

P. En cuanto a proyectos en el extranjero, ¿cuáles se van a primar?

R. MDM es una ONG mixta de ayuda humanitaria y de ayuda al desarrollo. Nuestro objetivo es apoyar a las poblaciones amenazadas. En Centroamérica, queremos organizar una estructura sanitaria, de prevención y de educación para la salud, en el seno de las comunidades indígenas; también en Perú, Ecuador y Bolivia. En África, tenemos proyectos en países desasistidos como Mali y en otros con escaso desarrollo pero estables políticamente, como Tanzania. En Albania, con financiación de la UE, a través de su oficina ECHO, y de la Agencia Española de Cooperación Internacional, queremos dotar a la zona fronteriza con Kosovo y la Macedonia yugoslava de una estructura de atención primaria: se esperan unos 140.000 refugiados en la zona, pero hay que evitar consolidar campos de refugiados y lograr que el Gobierno albanés se ocupe de la estructura que montemos.

P. Usted elaboró un proyecto de MDM para Afganistán. ¿Qué futuro tiene la cooperación en ese país?

R. Dependemos de la relación entre ECHO y los talibán, hoy rota por la política de éstos de hacer la vida imposible a las ONG. Nuestro proyecto era de salud materno-infantil y teníamos financiación de dicha oficina europea. Baste con decir que Afganistán está en niveles de miseria alarmante. Mientras que en España mueren nueve de cada 100.000 madres, allí mueren 1.700 de cada 100.000; y la mortalidad infantil alcanza a la cuarta parte de los menores de un año. Nuestro proyecto se centraba en el embarazo y en el parto limpio.