El presidente asturiano seguirá en el cargo pese a la sanción del PP

El presidente del Principado de Asturias, Sergio Marqués, no dimitirá. Continuará en el cargo hasta el fin de la legislatura, en junio próximo, tal y como había anunciado en las últimas semanas, salvo que sea destituido por una moción de censura en el Parlamento regional. Así lo aseguran personas cercanas al presidente asturiano.La suspensión de militancia e inhabilitación por un periodo de ocho años que le impuso el jueves por la noche el comité nacional de disciplina y conflictos, y aun el anuncio de que se le incoará otro expediente adicional que podría abocar en su expulsión definitiva del partido, no parece haber hecho mella en las convicciones y talante de Sergio Marqués, por más que ahora sólo cuente con el respaldo de cinco de los 45 diputados de la Cámara regional. Marqués no hará comentarios sobre la sanción hasta tanto no reciba la comunicación oficial del castigo.

Una persona cercana al jefe del Ejecutivo asturiano admitió ayer que la sanción se había recibido, entre quienes le apoyan, como un "golpe duro", pero, a su juicio, la decisión entraña también un coste no menor para el partido y para quienes desencadenaron esta crisis.

Marqués coincidió ayer en Gijón con el ministro de Trabajo, Javier Arenas, en la ceremonia de inauguración de la Feria Internacional de Muestras de Asturias. El secretario general del PP, el gijonés Francisco Álvarez Cascos, ha preferido este año no estar presente en el acontecimiento. Los dos últimos encuentros de Cascos y Marqués en actos oficiales -el 1 de julio en Gijón; y el pasado día 24, en Cangas de Onís- fueron de una extremada frialdad.

Peligrosa inestabilidad

El alcalde de Gijón y candidato socialista a la presidencia del Principado, Vicente Álvarez Areces, aprovechó la ceremonia inaugural para reprochar al PP que "la crisis institucional actual, provocada de forma irresponsable desde fuera de Asturias, está asentando en la región una sensación de incertidumbre e inestabilidad que puede ser muy peligrosa". El presidente asturiano será objeto hoy de un nuevo homenaje, el sexto que recibe desde que estalló el conflicto en el seno del PP. Esta vez será un almuerzo singular: una fabada multitudinaria en una playa de la zona occidental asturiana.Marqués ha negado hasta ahora con rotundidad que esté dispuesto a constituir un nuevo partido político. Desde el PP se le ha acusado reiteradamente de tal propósito, que él ha descalificado como una "infamia".

La posibilidad de un moción de censura contra Marqués exige la colaboración de los 17 diputados del PSOE para sumar los 23 votos necesarios para que prospere, bien mediante un pacto de los socialistas con el PP de un acuerdo a tres bandas entre el PSOE, los cinco diputados de Izquierda Unida y el único parlamentario con que cuenta el Partíu Asturianista.