Exteriores retrasó la repatriación de un cooperante en coma hasta que su ONG prometió pagar los gastos

El Ministerio de Asuntos Exteriores esperó a repatriar a un cooperante que sufrió un coma hipoglucémico en Nicaragua hasta que no tuvo la certeza de que la ONG a la que pertenecía le reingresaría los gastos. Pilar Vidal, presidenta de la Asociación Andaluza para la Paz y la Solidaridad (ASPA), asegura que la Dirección General de Asuntos Jurídicos y Consulares "se preocupó más del dinero que de solucionar el tema". Exteriores lo niega y se defiende: "Lo que no se puede es enviar a un diabético sin un seguro a todo riesgo". El joven sigue en coma en el Hospital General de Los Morales de Córdoba. Manuel Aguilera de la Rosa, un joven cordobés de 28 años, sufrió el pasado 1 de junio un coma hipoglucémico en una pequeña comunidad campesina del norte de Nicaragua, donde estaba de cooperante de ASPA con una beca de la Diputación de Códoba. Tras ser trasladado a la capital tuvo que ser ingresado en un hospital privado -la sanidad pública estaba en huelga-, donde permaneció hasta que el 19 de ese mismo mes fue repatriado. No fue fácil. Los gastos hospitalarios ascendían a 18.500 dólares (280.000 pesetas) y la factura del viaje a casi 52.500 (785.000 pesetas) . ASPA carecía del dinero, según la misma organización, y la Dirección General de Asuntos Consulares, según les comunicaron por fax, no estaba dispuesta a adelantar esas cantidades sin que constase por escrito el compromiso de la organización de reembolsarles el dinero antes de seis meses. "Estaban empeñados en depurar responsabilidades antes de ponerse en funcionamiento", asegura la presidenta de la ONG quien dice estar "indignada" por el funcionamiento de Exteriores que "no tuvo en cuenta la situación del muchacho". "¿Para qué sirven entonces las embajadas si no es para casos como este?", se pregunta. "La ineficacia de la Embajada fue tal", según Vidal, que "incluso" tuvieron que recurrir a un profesor español que estaba dando un curso en la Universidad de Managua para que les prestase los 1.500 dólares que faltaban para pagar el hospital. "No quisimos tener que gestionarlo con la Embajada de nuevo para no alargar innecesariamente los trámites". Respuesta del Ministerio "El comportamiento de la Embajada ha sido impecable", aseguran fuentes de Exteriores. "Se ha actuado con la mayor diligencia posible porque las embajadas sólo tienen autonomía para conceder 18.000 pesetas en un caso de apuro. Cuando la cantidad es mayor tienen que consultar con la Dirección General de Madrid", se defienden estas mismas fuentes quienes, por otra parte, consideran que "18 días no son tantos para solucionar un tema de este tipo". "No tenemos el dinero en un cajón. Si el chico hubiese estado asegurado correctamente en 24 horas le hubieran podido repatriar". A la madre de Aguilera, María José de la Rosa -que se tuvo que desplazar a Managua para gestionar el traslado de su hijo junto a un miembro de ASPA- los 18 días de espera sí que le parecieron muchos. "La situación era agobiante. Nos pasamos dos semanas pensando que no podíamos volver y la verdad es que yo el dinero no lo tenía", asegura esta mujer que ha dejado su trabajo de cocinera en un colegio para atender a su hijo en hospital. "Debían haber dado prioridad a una cosa como esta antes que al dinero", se queja. "A nivel económico está casi todo solucionado", asegura Vidal. Y eso a pesar de que todavía tienen una deuda con Exteriores de 29.000 dólares. La Junta les ha concedido 4,5 millones de pesetas y ASPA está gestionando la posibilidad de recibir otros tres de la Junta y uno del Ayuntamiento. "Lo que nos indigna es que la Embajada haya tenido en jaque a una familia", dice Vidal.