La Junta teme el daño "irreversible" de los invernaderos en Cabo de Gata

La Consejería de Medio Ambiente ha alertado sobre "el importante aumento de la presión agrícola" en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería) para construir invernaderos. De mantenerse la tendencia, detectada en 1996 por vez primera, los técnicos de Medio Ambiente advierten que significaría "la destrucción irreversible de parajes que conservan una calidad ambiental envidiable". Aunque las denuncias por estas prácticas representan aún un pequeño porcentaje (el 8%) entre las 580 infracciones cometidas desde 1995, la presión va en aumento. De las nueve denuncias tramitadas en el 96 se saltó el año siguiente a 25. Sólo en el primer cuatrimestre de este ejercicio se han detectado otras 14. Tanto las actuaciones agrícolas ilegales como las urbanísticas constituyen las dos actividades que más se han incrementado en los últimos años. Ambas, según la Consejería de Medio Ambiente, "aparecen probablemente relacionadas con el afloramiento de un importante contingente de recursos económicos". Las infracciones urbanísticas denunciadas desde 1995 representan el 14% del total de expedientes tramitados que, en su mayoría, se refieren a actividades menores como las acampadas ilegales, la pesca submarina o la circulación en vehículos por zonas prohibidas. Por atentados urbanísticos en lo que va de año, el Ayuntamiento de Níjar ha tramitado casi 40 expedientes, que se suman a los 16 de Medio Ambiente. Aunque el nuevo Código Penal permite tipificar como delito ecológico las actividades ilegales sobre suelos no urbanizables, las presiones especulativas sobre el parque natural parecen ir en aumento. El Ayuntamiento de Níjar ha denunciado, al menos, medio centenar de pozos ilegales