Piqué contradice a Pujol y afirma que "ni hay ni habrá riesgo de ruptura"

El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, hizo ayer un desmentido directo y en toda regla al presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, en el afán de crear la imagen de que la sentencia sobre el caso Marey ha sido recibida con naturalidad y serenidad en la sociedad española. Pujol había advertido públicamente el pasado miércoles, antes de entrevistarse con José María Aznar en Madrid, que la condena de varios exaltos cargos socialistas del Ministerio del Interior podía crear una quiebra tanto en la sociedad como entre las fuerzas políticas. Ayer, Piqué trató de imprimir rotundidad a su afirmación de que "no hay realidad ni riesgo de fractura política o social". "Ni la hay ni la va a haber", apostilló.La andanada no quedó ahí. El portavoz del Gobierno agregó que las "intermediaciones interesadas de algunas fuerzas políticas son innecesarias, porque no hacen falta". Hace tres días, Pujol pidió al presidente del Gobierno, durante su almuerzo en La Moncloa, "magnanimidad" frente a la situación creada por la condena del Tribunal Supremo a varios exresponsables de la lucha contra ETA. Cinco días antes, Piqué había recordado desde la mesa de portavoz del Consejo de Ministros que Felipe González vinculó en su día las responsabilidades políticas y las penales.

Respeto institucional

Ayer, Piqué estuvo mucho más contenido respecto al ex presidente del Gobierno socialista. Incluso cuando fue preguntado por las duras declaraciones que acababa de hacer González, su única y preparada respuesta fue: "Haya dicho lo que haya dicho, este Gobierno expresa su respeto a la figura institucional de un expresidente del Gobierno". Además, Piqué declaró que "cualquier extensión de la resolución judicial a otras personas e incluso a organizaciones políticas en su globalidad desvirtúa" el veredicto.En esta ocasión, preguntado acerca de si ve responsabilidades políticas en González señaló que ese tipo de consideraciones pertenecen al ámbito de cada individuo y, en concreto, se dilucidan a través del voto en las urnas. Piqué rehuyó responder al PSOE, que ha afirmado que el Supremo ha sufrido fortísimas presiones políticas, y se limitó a decir que las discrepancias con una sentencia no deben llevar a descalificar a una institución básica en el Estado de derecho.

Por otra parte, Íñigo Cavero, presidente del Consejo de Estado, manifestó en un curso de verano en San Lorenzo de El Escorial (Madrid): "Yo he estado en todos los Gobiernos de UCD y nunca tuve conocimiento de que hubiera guerra sucia ni conocí el nombre de ningún secuestrado".

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, declaró en una rueda de prensa en Aguadulce (Almería) que la sentencia del caso Marey es "técnicamente estupenda" y está basada en hechos "sólidamente contrastados". Añadió que no va a recurrir el fallo.