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Los atropellos mortales en Madrid subieron el último año un 43% respecto a 1996

Jan Martínez Ahrens

Morir en el asfalto es cada día más frecuente en Madrid. Tanto para los peatones como para los conductores. Así lo demuestran las estadísticas de la Policía Municipal, que revelan que si bien en 1997 la cifra de accidentes de tráfico (18.225) se estancó respecto a 1996, los tres principales indicadores de peligrosidad circulatoria se dispararon: los atropellos mortales subieron un 43% (pasaron de 37 fallecidos a 53), las muertes por accidente de tráfico se incrementaron un 25% (de 87 en 1996 a 109 el año pasado) y los heridos aumentaron un 7% (se situaron en 11.388 el año pasado).

El concejal del PSOE Eugenio Morales recordó que estos datos corroboran el aumento de la peligrosidad de las calles de Madrid. Una tendencia que, en su opinión, se ha recrudecido este año al reducir el PP municipal la presión contra los infractores. Así, las denuncias de radar han bajado de noviembre de 1997 a junio de este año un 84% respecto al mismo periodo anterior (de 101.725 a 15.398), las impuestas por circular de forma temeraria o negligente han descendido un 5,49% (de 1.002 a 947), las ordenadas por no respetar un stop o un ceda el paso se han reducido un 65% (de 1.585 a 548), y aquellas originadas por no obedecer al agente o circular por zonas de peatones, un 19%. Todo ello ha ido acompañado este año de un aumento de los vuelcos, atropellos y los heridos en general."En Madrid, el aumento de siniestros y heridos coincide con la bajada de la velocidad de la circulación por las obras y el abandono de las sanciones más peligrosas. Esto demuestra la total ineficacia del Ayuntamiento en las funciones de protección. Madrid es una ciudad lenta y peligrosa, tanto para automovilistas como para peatones", afirmó Morales, quien recordó la estrecha vinculación entre este descenso en la presión contra los infractores y los atropellos.

Un apartado al que la memoria de la Policía Municipal considera la principal causa de mortalidad en el tráfico de la capital (en 1997, de los 109 fallecidos en accidentes, 53, es decir, casi la mitad, fueron arrollados por los coches). También ha sido el apartado cuya cifra de fallecimientos mayor crecimiento ha experimentado; un incremento que ha arrastrado consigo el de la mortalidad general por accidente. Así lo explica la memoria de la Policía Municipal: "Lo más relevante es que de los 22 fallecidos de más en 1997, un total de 16 lo fueron tras resultar atropellados, por lo que podemos inferir que el número de fallecidos en colisiones es similar al del año anterior y que el aumento total de muertos se debe situar dentro del capítulo de atropellos".

El análisis de los atropellos mortales descubre que el 47% de los fallecidos eran mayores de 60 años y que gran parte de ellos fueron arrollados tras cruzar la vía por lugares indebidos.

Frente al ascenso de los atropellos (1.666, un 5,8% más que en 1996), la cifra general de accidentes de tráfico se mantuvo estable. Así, en 1997 hubo 18.225 siniestros (sólo 106 más que en 1996), de los que un 58% fueron colisiones en las que se vieron implicados dos vehículos.

El número de heridos (la mayoría hombres y con una edad comprendida entre los 21 y los 30 años) se situó en 11.338, lo que implicó un aumento del 7% respecto a 1996. Los lesionados graves (1.219), con todo, descendieron un 12% respecto a 1996 y un 24% frente a 1995.

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Los meses con más accidentes fueron los de octubre (1.754) y diciembre (1.708), mientras que los más tranquilos correspondieron a agosto (1.031) y febrero (1.294). La quietud de este último mes, sin embargo, fue sólo una apariencia, ya que se trató del periodo del año en el que más muertes se contabilizaron (14). Por días de la semana, se mantuvo la tendencia de años anteriores y el viernes volvió a encaramarse como la jornada más negra. Fue precisamente el viernes el que alcanzó el máximo de siniestros (3.000), heridos (1.779) y muertes (19). Justo lo contrario que el domingo, el día de la semana con menos accidentes (2.123).

Tardes peligrosas

Vistos los meses y los días, la Policía Municipal pasa a analizar la siniestralidad según las horas. La primera conclusión es que las tardes (de 17.00 a 20.00) son más peligrosas que las mañanas. Especial riesgo entraña circular entre las siete y las ocho de la tarde, franja que acumuló 1.182 accidentes y 768 heridos. Pero los expertos municipales advierten contra la idea de que las mañanas sean todo dulzura. El mayor número de muertes fue alcanzado entre las once y las doce de la mañana (11) y la hora siguiente (10), "muy por encima del resto de franjas horarias", subraya el informe.Analizado el reloj de la siniestralidad, la Policía Municipal pasa a analizar los accidentes por distritos. Bajo este prisma, las calles de Centro (1.809 accidentes) y de Chamartín (1.871) se convirtieron en las menos seguras para peatones y conductores. Contrario fue el caso de Barajas (205) y Vicálvaro (171), cuya tranquilidad, de todos modos, no es ajena a su reducido tamaño. Como extensión de este análisis, la Policía Municipal repasa con su lupa estadística la siniestralidad de las calles y descubre que las vías que generaron más intervenciones de sus agentes fueron: M-30 (1.401), paseo de la Castellana (808) y la calle de Alcalá (578).

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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