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La Audiencia de Bilbao condena a más de 19 años a un joven que mató a su novia para cobrar tres seguros de vida

David Villafañe trazó en 1995 un plan casi perfecto que, finalmente, le llevará a la cárcel durante los próximos 19 años. Primero enamoró perdidamente a una joven, después la engañó para que se hiciera varios seguros de vida y, por último, la asesinó para cobrar las pólizas de tres seguros por 50 millones de pesetas de los que él era único beneficiario. La víctima, Marta Couceiro, apenas levantaba metro y medio del suelo, pesaba 35 kilos y tenía 17 años cuando cayó "deslumbrada" ante Jorge, un estudiante madrileño de Económicas, de familia adinerada que se presentó ante ella y sus amigas en un Renault 21, con música de fondo y con un buen fajo de billetes en la mano. Jorge no era otro que David Villafañe, hijo de un taxista bilbaíno y de una limpiadora de portales, un embaucador que ya intentó engañar a una aseguradora antes de ser despedido en abril de 1995 por "irregularidades con el dinero". Para entonces, Villafañe ya había urdido su nuevo plan. Haciéndose pasar por Jorge, el hijo de un adinerado empresario madrileño, comenzó en junio de ese año una relación de noviazgo con Marta Couceiro. Tras su asesinato, las amigas de Marta confesaron ante el tribunal de la Audiencia de Bilbao que ésta era "muy confiada" y que llegó a "estar totalmente dominada por él durante el verano que pasaron en Gorliz", el de 1995; el último verano de Marta. Las fases del plan de Jorge, el impostor, se iban quemando de manera implacable. Tras ganarse a los padres de Marta, Villafañe consiguió en octubre que emanciparan a su hija como requisito para ser contratada por el padre de Jorge. "El propósito real del acusado era lograr que Marta suscribiera como tomadora diversas pólizas de seguros de vida", según constata la sentencia. Con los papeles de la emancipación en la mano, a Jorge le faltaron segundos para negociar con siete aseguradoras. Tres le dieron el, a la postre, fatídico sí. Como anticipo, Jorge se quedó con la tarjeta (con un crédito diario de 5.000 pesetas) y se las ingenió para pedirle dinero a Marta y a los padres de ésta para sus estudios. Villafañe ya daba muestras de entender de una manera muy extraña su amor por Marta. La sometía a unos "juegos" -"le apretaba el cuello hasta que ella quedaba inconsciente"- y le producía hematomas. El plan iba sobre ruedas: el 20 de septiembre Marta dijo a sus amigas que se iba a Madrid con su novio, el 23 partió de casa, pero en vez de Madrid acabó en la casa de sus padres en Gorliz donde su novio le "obturó completamente los orificios respiratorios hasta provocarle la muerte por asfixia con la finalidad de cobrar" las pólizas. La Audiencia le condena ahora a 17 años de prisión por asesinato y a dos y seis meses por estafa.

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