Música por un tubo

Era necesario elaborar un inventario de los órganos que todavía quedan en la Comunidad de Madrid. Entre otras cosas, para evitar que sigan desapareciendo, ya que esta región ha sido la que más instrumentos de este tipo ha perdido a lo largo de la historia.A catalogar los órganos madrileños se puso, por encargo del Gobierno regional, Felipe López, organista y musicólogo que lleva casi diez años recorriendo, pueblo a pueblo, todas las iglesias de Madrid en busca de estos instrumentos.

El resultado de este trabajo ha sido una guía editada por la Dirección General de Patrimonio, en la que se recogen un total de 140 órganos. Este libro estará a la venta el próximo otoño. Iglesias, conventos, museos, salas de conciertos, palacios o conservatorios son los edificios que guardan los órganos de la Comunidad. En la lista confeccionada no se incluyen los existentes en domicilios particulares.

No son muchos los órganos que hay en la región. Según datos de López, a finales del siglo XVIII había muchos más que ahora. "Madrid fue una de las regiones que más saqueos sufrió durante la guerra civil. Pero también desaparecieron muchos órganos después de la guerra: los curas vendían los tubos porque estaban fabricados con metales nobles", explica López. La afición de coleccionistas desaprensivos también ha mermado el número de estos instrumentos.

Esta guía pretende evitar el problema de la desaparición de los órganos. Pero hay otras cuestiones que resolver. Como el poco uso que se da a estos instrumentos, muchos de ellos auténticas joyas que, en el caso de Madrid, datan del siglo XVI en adelante. Y si estas piezas no suenan más es porque los organistas escasean. "A la mayoría no se les da el juego que se merecen. Es un problema que se debería solucionar", señala López. Escasean también profesionales que puedan arreglarlos, incluso fabricarlos: sólo hay dos talleres especializados en este trabajo, según comenta López.

El valor de un órgano radica tanto en su aspecto exterior como en la maquinaria que lleva dentro. "En Madrid quedan pocos que reúnan las dos condiciones. Hay muebles que son joyas del barroco con un instrumento moderno dentro", comenta el autor del libro. Su valor económico oscila entre los 10 y los 30 millones de pesetas.

Ejemplos de órganos valiosos pendientes de restauración serían los de la iglesia de Santa Bárbara, el de Nuestra Señora del Carmen y el de las Escuelas Pías de San Antón, en la capital. Los más valiosos, según López, serían los que guardan el Palacio Real, el monasterio de la Encarnación, el de San Lorenzo de El Escorial, el de las Descalzas Reales, el del palacio de Aranjuez o el de El Pardo. Municipios del sur de Madrid como Leganés o Getafe también conservan instrumentos interesantes.

López destaca, además, el que se conserva en Extremera del Tajo. Y, como piezas modernas, el del Auditorio Nacional o el de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.