Ibarra propone que el PSOE adopte "un plante institucional" frente al PP

El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se ha colocado en la cúspide de quienes dentro del PSOE piden una respuesta radical frente a las demandas de que Felipe González asuma responsabilidades políticas por el caso Marey y ha comunicado a varios dirigentes socialistas que propondrá al comité federal que el partido adopte un "plante institucional". Esto se traduciría en una ruptura total de relaciones con el PP, de modo que hasta el final de la legislatura no hubiera diálogo ni pactos con él en materia alguna.

Esta situación se mantendría hasta las próximas elecciones generales, en las que el PSOE pediría a los ciudadanos el voto denunciando que con el Gobierno de la derecha "se han roto las reglas del juego democrático", según relatan los interlocutores de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Éstos le han pedido calma, a la espera de que entre todos adopten una solución de consenso en una reunión al más alto nivel y con representación de todo el partido una vez que el Tribunal Supremo dicte la sentencia.Todo parte de la reacción que han tenido el PP, IU y el PNV tras conocer la decisión de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de condenar a una pena en torno a los 13 años de prisión, según la revelación del fallo, a José Barrionuevo y Rafael Vera. Las peticiones de esos partidos para que González, ex presidente del Gobierno, asuma responsabilidades políticas son sinónimo para el PSOE de que su ex líder debe abandonar la política. De ello concluyen que tenían razón cuando hablaban de que se había urdido una operación para liquidarle y, al tiempo, invalidar al partido durante años.

A partir de hoy, tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal, se decidirá qué hacer, aunque el secretario general, Joaquín Almunia, y el candidato a la presidencia del Gobierno, José Borrell, ya tienen sobre su mesa unas cuantas propuestas, que han ido pergeñando en las últimas horas varios dirigentes de su partido en una rueda telefónica permanente.

El presidente extremeño, Rodríguez Ibarra, ha formulado la iniciativa más radical de todas y se la ha transmitido al portavoz del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba; al secretario general de los socialistas madrileños, Jaime Lissavetzki; al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y al ex ministro del Interior Juan Alberto Belloch, entre otros.

Rodríguez Ibarra arranca de la apreciación de González de que luchará por que en España se restablezcan "las reglas del juego político limpio y democrático". El político extremeño da por sentado que estas reglas hacen agua por todas partes y que quienes están sufriendo las consecuencias son los socialistas. Todo este discurso implícitamente lleva consigo que el PP, con otras ayudas externas, habría tenido una fuerte influencia en la decisión que ha adoptado la Sala Segunda del Tribunal Supremo sobre el caso Marey.

Así las cosas, Rodríguez Ibarra ha propuesto a sus interlocutores que el PSOE adopte de inmediato una actitud "de pasividad institucional", que en otros momentos ha denominado de "bloqueo" en las instituciones o de huelga de brazos caídos.

El primer destinatario de esta actitud sería el PP, con el que desde ahora el PSOE no mantendría relación política alguna. La tesis de ruptura total con los populares la defiende también el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Juan Barranco, y está alcanzando cada vez más apoyos: nada de pactar la renovación del Tribunal Constitucional y menos aún las reformas pendientes en justicia.

Rodríguez Ibarra está indignado por que "no hayan servido de nada" los testimonios de socialistas en el juicio oral del caso Marey. Y se ha opuesto a la petición de indultos a este Gobierno. "Los indultos", declaró a este diario, " tienen que venir de un Gobierno del PSOE, y eso está en manos de los ciudadanos dando la mayoría a los socialistas en las próximas elecciones".