Bono afirma que Cascos odia más a González que a los terroristas

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, afirmó ayer que algunos políticos, entre los que citó al vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, están empeñados en acabar con Felipe González, ya que sienten más odio hacia él que repulsión hacia los terroristas. Bono criticó el uso electoral que, a su juicio, hacen el Gobierno y el PP de la lucha antiterrorista y agregó que "el señor Aznar, con tal de ganar un voto, es capaz de pasar de bailar la Macarena a atribuirse el cierre de Egin".

El presidente de la Junta castellano-manchega, José Bono, se refirió ayer, en declaraciones a Europa Press, a los dirigentes del PP, el PNV e IU que han exigido a Felipe González asumir su responsabilidad política tras desvelarse el fallo del Tribunal Supremo sobre el caso Marey. Así, aseguró que González tiene el respeto de millones de españoles, pero también "potentes enemigos con medios para hacer patente su aversión".

"Algunas personas quieren acabar con el ex presidente del Gobierno. Y no sé si algo más, incluso desde el punto de vista político: acabar físicamente con él", añadió Bono; "me refiero a quienes han dicho que las sentencias deben ajustarse a la opinión pública, como el vicepresidente Francisco Alvarez Cascos. Algunos sienten más odio hacia el socialismo democrático y González que repulsión hacia los terroristas".

El dirigente socialista afirmó que, no obstante, los españoles tienen "calados" a los enemigos de González, que "no son personas de las que podamos recibir lecciones morales". Para él, "es muy triste" que la lucha antiterrorista haya sido utilizada en el pasado y siga siendo usada ahora con intenciones electorales. En su opinión, "[José María] Aznar, con tal de ganar un voto, es capaz de pasar de bailar la Macarena [en alusión a la recepción que hace un año ofreció en La Moncloa a los artistas participantes en el homenaje a Miguel Angel Blanco, edil popular asesinado por ETA] a atribuirse el cierre de Egin".

Bono aseguró que la difusión de la sentencia del caso Marey es una "filtración interesada y muy grave" y agregó que el mejor modo de cuidar el prestigio de los tribunales no es "vendiendo" información. "Es verdad que no siempre a cambio de dinero", matizó; "a veces, a cambio de un buen trato informativo".

En su criterio, los españoles desean un mayor entendimiento del PSOE y el PP en temas de Estado, pero advirtió que "no es fácil entenderse con Aznar o Cascos por que, por más que se esfuercen en decir que son de centro, llegarán antes al centro de la tierra con su obsesión que al centro político".

Respecto al diálogo con IU, Bono dijo que el PSOE debe caminar hacia la moderación y no hacia Julio Anguita, a quien considera "un obstáculo por su fundamentalismo y su manía contra el socialismo democrático".