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Urbanismo de Málaga demoró una orden de paralización de una obra dictada por Villalobos

La Gerencia de Urbanismo de Málaga mandó que se retrasara la aplicación de una orden de la alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos, que exigía la paralización de la obra del edificio Quinta Clavero, una ambiciosa promoción en un enclave privilegiado de la ciudad. La alcaldesa decretó la suspensión inmediata de los trabajos al haberse detectado que el edificio superaba la altura autorizada. La orden de paralización salió de la alcaldía el 17 de julio, pero la Policía Local recibió una contraorden de la Gerencia en la que se les indicaba que la retuviesen "hasta nuevo aviso".

El parte de intervención de la Policía Local, al que ha tenido acceso EL PAÍS, tiene fecha del 20 de julio. En él, los agentes que actuaron hacen constar que "la demora en la entrega [del decreto de paralización] ha sido debida a la indicación procedente de la Gerencia de Urbanismo de retener el decreto hasta nuevo aviso, habiéndose producido posteriormente una nueva llamada también de la Gerencia, interesando el porqué no se había entregado éste aún". Pero ni siquiera después de entregada la orden se ha paralizado la obra de Quinta Clavero, una promoción de 80 viviendas de lujo. Varios vecinos confirmaron ayer a EL PAÍS que los obreros habían seguido trabajando toda la semana. Uno de ellos incluso requirió la presencia de un notario para certificar que la actividad continuaba pese a la prohibición. Tranquilidad Por su parte, la Sociedad Colombina de Promociones Inmobiliarias, dueña del edificio, ha pedido tranquilidad a los compradores y ha asegurado que las 80 viviendas -están prácticamente todas vendidas- se entregarán en febrero de 1999, según lo previsto. Pero la polémica sigue creciendo en torno a Quinta Clavero. Las primeras denuncias de irregularidades llegaron a la Gerencia de Urbanismo el 5 de diciembre de 1997, cuando comenzó la obra. El denunciante era un particular, Luis España, dueño de una parcela colindante y propietario del solar hasta que éste pasó a ser patrimonio municipal. España aportó un informe de un aparejador en que se detallaban cinco irregularidades: se habían falseado las cotas del terreno para ganar altura, el acceso a las viviendas estaba proyectado sobre una reserva viaria, se estaba superando la altura máxima permitida para las edificaciones en la zona, se habían invadido las lindes de las parcelas vecinas y el volumen que se estaba edificando era superior al permitido. Urbanismo reconoció siete meses más tarde una sola de las infracciones denunciadas por España, y decretó la paralización de la obra basándose en que el edificio superaba en medio metro la altura permitida. El gerente del organismo, municipal Francisco Carmona, justifica la tardanza por "lo complejo que es comprobar que esas infracciones se están produciendo". Carmona asegura: "Si realmente hubiese irregularidades, eliminar una planta es lo más fácil que hay". Sobre las quejas que está suscitando la construcción de un edificio de tales dimensiones sobre un pinar protegido en cuya conservación el Ayuntamiento y la UE han invertido cerca de 70 millones, comentó: "El PGOU contemplaba la posibilidad de edificar allí, y el problema del impacto ambiental no se ve en los planos; cuando el edificio está construido es cuando se ve si impacta o no". El Ayuntamiento vendió a Colombina el solar donde se alza Quinta Clavero por más de 400 millones de pesetas.

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