Blair y Jospin confrontan sus interpretaciones sobre la "tercera vía" del socialismo en un encuentro distendido
Como viejos amigos, Tony Blair y Lionel Jospin almorzaron juntos, hablaron de fútbol e intercambiaron bromas frente a la prensa durante un breve y relajado encuentro diseñado para subrayar la afinidad personal entre los líderes del Reino Unido y Francia. Pero detrás de la cordial camaradería anglofrancesa demostrada públicamente, Blair, que es modernizador, y Jospin, que está más ceñido al socialismo tradicional, aparentemente mantuvieron sus diferencias en torno a la tercera vía, el ambicioso proyecto de crear un movimiento ideológico global de centroizquierda cuya paternidad ya se disputan ingleses y franceses.Fuentes francesas habían anticipado que Jospin, que regresó a París anoche tras elogiar diplomáticamente la comida compartida en un pub, aprovecharía su cita con Blair no solo para reiterarle la diferente interpretación que tiene París sobre los objetivos y alcances del proyecto sino también "para recordarle que lo de la tercera vía no es un invento británico". El entusiasmo que Blair pone en la participación del Gobierno estadounidense en ese proyecto es, aparentemente, una de las diferencias frente a la postura de los socialistas franceses.
Pero ni Blair ni su invitado dieron la más mínima señal de que existen divergencias en torno a ese tema o a otros como el de la reestructuración de la industria de defensa que, segun funcionarios británicos, se abordaron durante un contacto privado. Poco después de su llegada a Londres la noche del jueves, Jospin ya había elogiado el apoyo británico al proyecto integracionista europeo. Blair, por otra parte, probablemente intentó ayer calmar los rumores de una recesión en ciernes en el Reino Unido.
Mayor visibilidad obtuvo el ángulo amistoso del encuentro Blair felicitó a Jospin por la conquista de la Copa de Mundo de fútbol. En ese plano de distensión prevacacional, Blair quiso demostrar a Jospin el interés escolar por el francés. Ambos líderes aplaudieron a los niños de una escuela primaria que interpretaron el cuento de la Caperucita Roja en francés. Jospin les dio un consejo: "Siempre hay que tener cuidado con el lobo".
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