Tres de las cuatro mayores ciudades valencianas todavía carecen de un carril-bici en sus calles

Recientemente, València en Bici-Acció Ecologista Agró convocó un acto de protesta por el atropello de un ciclista en las calles de Valencia. Mientras las muertes en bicicleta se suceden, el consejero de Obras Públicas de la Generalitat, José Ramón García Antón, ha anunciado un ambicioso plan para dotar de una red de carriles-bici -un total de 600 kilómetros- a las tres provincias de la Comunidad de aquí al año 2002. Pero la realidad muestra todavía un mapa para bicicletas desolador. Ni Castellón ni Alicante tienen un solo carril-bici para toda su red metropolitana. El de Elche todavía está en construcción. Sólo Valencia cuenta con una red extensa, aunque deficiente.

La Comunidad todavía tiene que normalizar los carriles de bicicletas y situarlos en el mismo eslabón del tráfico que otros países de la UE, especialmente los del norte de Europa, como Dinamarca, Holanda y Suecia, que han asumido este medio de transporte en su vida cotidiana como alternativa al coche y pese al clima. Valencia es la única ciudad que tiene consolidada una red para bicicletas que puso en marcha con Ricard Pérez Casado, que inició el carril-bici con la intención de unir el centro con la zona universitaria y para prolongarse en todo Blasco Ibañez. Pero ha crecido de forma desordenada y muchos carriles van "de ningún sitio a ninguna parte", como el tramo del Hospital General al barrio de San Isidro. Formaciones políticas y asociación de defensa del uso de la bicicleta estiman, además, que la red es deficiente, carece de señalización y es respetada por los automovilistas, que a menudo la convierten en aparcamientos. Si en Valencia sí existen, aunque con carencias, varias líneas para ciclistas, en Castellón se limitan a cuatro avenidas, lo que reduce su recorrido a unos 20 kilómetros, la distancia que separa la ciudad de Benicàssim. Además, se da la coincidencia de que dos de los tramos de este carril corresponden al mismo trayecto, que es la unión de Castellón con El Grau, con lo que está prevista la desaparición de uno de ellos.El carril-bici une la ciudad con el puerto por la avenida del Mar, con una distancia de cerca de cuatro kilómetros. Éste es el tramo más nuevo y mejor conservado. Pese a ello ha provocado varias quejas puesto que su trayecto se ve alterado por innumerables caminos, la entrada a una gasolinera y salida de un hipermercado y el cruce de varias rotondas. El segundo tramo recorre el mismo trayecto, de la ciudad a El Grau pero por la avenida de los Hermanos Bou. Son cuatro kilómetros que se encuentran en pésimo estado y que está previsto que desaparezcan. Sant Joan de Moró y la Vall d"Uixó cuentan con un carril que no supera los dos kilómetros. El resto del carril-bici que existe en la provincia de Castellón se encuentra en Benicàssim y recorre cerca de 2,5 kilómetros del paseo Marítimo. Este tramo es muy utilizado, sobre todo, en verano, aunque su trazado ha provocado más de una polémica. La calzada para las bicicletas se encontraba, hasta ahora, junto a los carriles utilizados por los vehículos y sin ningún tipo de separación, con lo que los coches invadían constantemente el carril-bici. Además existen unos tres kilómetros, en la localidad de Burriana. También se ha construido un carril-bici en la carretera de Borriol, aunque es prácticamente inutilizable. En proyecto existen, al menos, otros dos tramos. Uno de ellos será el que una a la capital de La Plana con la Universitat Jaume I, que se encuentra en la zona oeste de la ciudad. El otro está proyectado en la playa norte de la ciudad de Peñíscola. Las bicicletas tampoco son para Alicante. Prueba de ello es que en la capital no existe ni un metro de vía destinado a este medio de transporte urbano. Entre los colectivos que llevan décadas reclamando un carril bici figuran los estudiantes de la Universidad de Alicante, que en los últimos años han protagonizado varias marchas reivindicativas para solicitar al Ayuntamiento su puesta en marcha para unir los seis kilómetros que separan la ciudad del campus. Todo ha sido en balde. Elche es la única de la provincia que tiene en marcha un proyecto para incorporar a su red viaria el carril bici. La Concejalía de Medio Ambiente tiene previsto construir en varias fases 15 kilómetros que discurrirán íntegramente por el casco urbano. Hasta el momento se han habilitado ya cinco kilómetros. En Elche, además, existen desde hace años dos itinerarios ciclistas en zonas rurales. La vía circula paralela a la carretera nacional y los ciclistas disponen de 12 kilómetros. El carril está señalizado y dispone de una protección para separarlo del arcén, aunque los ciclistas prefieren circular por el espacio reservado al estacionamiento de vehículos.