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Fraga solventa con cargos honoríficos las exigencias de los ministros gallegos

Xosé Hermida

Los dos ministros gallegos del Gobierno, Mariano Rajoy y José Manuel Romay, exigían más capacidad de decisión en el PP regional, pero tendrán que conformarse con cargos meramente honoríficos. Su presidente y el de la Xunta, Manuel Fraga, respondió ayer a la rebelión de ambos designándoles meros presidentes de honor de la organización, un puesto sin ningún contenido político ni función específica.Los titulares de Administraciones Públicas y Sanidad habían encabezado una protesta, que culminó con su sonada ausencia en la romería anual de los populares en Monte Faro (Lugo), contra los resultados del congreso extraordinario celebrado el pasado 19 de junio, que les relegó a un segundo plano en favor del secretario regional, Xosé Cuiña. Romay, el presidente del PP de A Coruña, movilizó en su apoyo a la inmensa mayoría de los alcaldes de su provincia, quienes amenazaron con no acatar las resoluciones de la asamblea si no se otorgaba al ministro capacidad para decidir sin injerencias de Cuiña las listas para las próximas elecciones municipales.

La crisis entró en una fase de aparente distensión tras una entrevista entre Fraga y Romay. Este último aseguró que el líder del PP gallego se había comprometido a darles a él y a Rajoy puestos de mayor relevancia en la ejecutiva regional después de que el congreso los relegase a simples vocales. La promesa de Fraga se concretó ayer en la concesión de sendas presidencias honoríficas, cargo que ya ocupaba el ex presidente de la Xunta Xerardo Fernández Albor, ilustre jubilado en el Parlamento europeo.

El propio Fraga reconoció que estos puestos no tienen asignadas, de momento, funciones específicas. Ni siquiera se sabe si los ministros dieron su consentimiento previo, ya que ninguno asistió a la reunión que celebró ayer la ejecutiva regional.

El pasado martes, uno de los más estrechos aliados de Cuiña, el presidente del PP de Lugo, Francisco Cacharro, ya había adelantado que a las exigencias de Rajoy y Romay sólo se les podía dar una "satisfacción protocolaria".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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