El Museo de Bellas Artes rodea las obras vascas de piezas de su contexto
El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha finalizado la remodelación de los fondos artísticos que configura su colección permanente con la apertura de las salas dedicadas al arte vasco y su contexto en las décadas finales del siglo XIX y principios del XX. La nueva presentación rompe el aislamiento en el que se mostraba anteriormente las pinturas de los maestros vascos y mejora las condiciones de exhibición, al reducir el número de obras.
La culminación del reordenamiento de la colección permanente del Museo de Bellas Artes de Bilbao ha llevado 15 meses. La primera fase afectó a las salas dedicadas a la Edad Media y Moderna, que abarcan obras datadas entre el siglo XII al XVIII. El pasado mes de septiembre, la reforma dio un salto en el tiempo para abordar la presentación de las obras contemporáneas, desde principios del siglo XX hasta las más recientes. Ayer el proyecto quedó cerrado con la reinauguración de las salas de arte vasco, en las que se han seguido los mismos criterios que en el resto de la colección: reunir las obras en conjuntos estílisticos, jerarquizarlas en función de la calidad de cada pieza y aligerar el recorrido con un menor número de obras expuestas. El museo propone ahora conocer la colección de arte vasco entre los siglos XIX y XX imbricada en un contexto más amplio, que muestra la producción internacional de la época. Además, ha sido reformado el sistema de iluminación artificial de las salas, con el patrocinio de la empresa Iberdrola. El nuevo discurso histórico se abre con la sala dedicadas al realismo, dominante en la pintura española del último tercio del XIX, presididas por La reliquia, de Joaquín Sorolla y Gente en un puente de Roma, de Anselmo Guinea. El camino al impresionismo se inaugura con obras de Adolfo Guiard, y sigue con una selección de paisajes, entre ellos, los realizados por Darío de Regoyos. La trayectoria que se propone en las ocho salas restantes aborda el impresionismo y postimpresionismo, el simbolismo y el modernismo, para finalizar con los espacios dedicados a los artistas (Aurelio Arteta, los hermanos Arrúe y el escultor Quintín de la Torre, entre otros) que reflejaron en sus obras el conflicto entre la tradición y la modernidad. Una vez finalizada la reordenación, el museo tiene en marcha la elaboración del catálogo general, que se pondrá a la venta en Navidad. Edición facsímil El Museo de Bellas Artes ha editado un facsímil de la obra La trama del arte vasco, de Juan de la Encina, seudónimo del crítico Ricardo Gutiérrez Abascal (Bilbao, 1883-México, 1963), publicado originalmente en 1919. La reedición de la obra - el primer intento de elaboración de una historia del arte vasco, pensado inicialmente como el primer volumen de una serie- coincide con la exposición Juan de Encina y el arte de su tiempo, que se inaugurará el día 22 en el Museo Reina Sofía de Madrid. En octubre, la muestra, que reune abundante documentación junto a una selección de obras de arte, se trasladará al Museo de Bellas Artes de Bilbao.
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