El alcalde Chorraut critica la actuación de la Policía Nacional durante San Fermín

El alcalde de Pamplona, Javier Chourraut, criticó ayer la presencia de la Policía Nacional en las calles durante los Sanfermines. En su habitual balance festivo, el alcalde aludió, sin citarlas, a las dos intervenciones efectuadas por unidades antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía los días 6 y 8 de julio para impedir manifestaciones de solidaridad con los presos de ETA. Ambas actuaciones se saldaron con enfrentamientos entre policía y manifestantes en pleno corazón de la capital y en medio del numeroso público asistente.

"Hubiera sido deseable que otras policías", señaló Javier Chourraut, "que en algún caso han intervenido por legítimos motivos, hubieran dejado en manos de nuestros agentes municipales la labor que aquellas se subrogaron. Máxime cuando son patentes", continuó el máximo responsable municipal, "las consecuencias adversas que su presencia, loable en otras circunstancias, puede implicar en momentos como los propios de la fiesta, en que los ánimos se encuentran más sensibles y exaltados y, por ello, suelen ser utilizados como terreno abonado para la reivindicación política". No obstante, Chourraut denunció "la utilización política de los actos por grupos perfectamente identificados" de la izquierda radical. El alcalde y el delegado del Gobierno en Navarra, Francisco Javier Ansuátegui, alcanzaron antes de San Fermín un pacto verbal por el que se garantizaba la ausencia de Policía Nacional uniformada en el centro de la ciudad y la asunción por la Policía Municipal de las tareas de prevención y control de orden público. Sin embargo, la alcaldía considera que Ansuátegui rompió el pacto sacando a sus hombres a la calle, con profusa utilización de material antidisturbios desde el primer día de fiestas para impedir, además, una manifestación semanal de familiares de presos que se ha tolerado durante más de un año, todos los lunes, sin intervención policial alguna. Pese a ello, el balance de fiestas efectuado ayer por el alcalde, que estuvo acompañado por el portavoz municipal del PSN-PSOE, Joaquín Pascal, fue muy positivo. Destacó el "revulsivo" que la normalidad en el desarrollo de San Fermín ha supuesto para una ciudad sumida en la "crispación" desde el asesinato del concejal Tomás Caballero y calificó de "récord histórico" el número de actos oficiales llevados a cabo, 239, lo que supone más de una convocatoria por hora de fiesta. El alcalde, no obstante, expresó su preocupación por la falta de suficientes garantías de seguridad que representa la masificación de algunos actos como el txupinazo que abre las fiestas, y en el que, según señaló, la "absurda suciedad iniciática" de miles de adolescentes y las más de 30 toneladas de vidrio recogidas en la plaza provocan un riesgo evidente. Chourraut volvió a pedir a la ciudadanía que reabra el debate sobre la conveniencia de trasladar el lanzamiento del cohete desde la Plaza del Ayuntamiento a otro emplazamiento. El alcalde se congratuló por el buen desarrollo de los encierros y criticó los ominosos presagios de algunos sobre la desaparición de las aceras en la calle Estafeta. También lamentó la muerte del joven de Getxo que cayó desde lo alto de las murallas. Un suceso que se repite a pesar de las barandillas, redes de protección y vigilantes que cubren la zona más peligrosa.