Clinton promete a Hashimoto que EE UU colaborará con su sucesor

El presidente Bill Clinton habló por teléfono ayer con el dimisionario primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto, para asegurarle que Estados Unidos continuará el diálogo sobre cuestiones bilaterales con su sucesor. El presidente matuvo "una conversación muy cálida" con Hashimoto, a quien "prometió mantener con su sucesor una estrecha relación de trabajo", declaró el protavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry.El sucesor de Hashimoto será elegido por el gobernante Partido Demócrata Liberal (PDL) el próximo día 21.

Consciente del riesgo de una nueva recaída de los mercados, el PDL ha anunciado que el primer ministro será elegido en una reunión a la que asistirán sus parlamentarios en las dos Cámaras.

La salida de Hashimoto, quien ha asumido la responsabilidad de la derrota de su partido, ha sido acogida en los mercados de Tokio como una prueba de cambio. Aunque el primer ministro saliente terminó por iniciar las reformas que se le pedían -reestructuración de la administración, saneamiento del sistema bancario-, tenía en el extranjero una imagen más bien gris y tampoco convencía a sus conciudadanos, que interpretaron su tardía decisión de afrontar la crisis como puro electoralismo. Sus defensores recuerdan, no obstante, que tampoco los cambios se hubieran podido emprender con anterioridad dado el enorme peso de la burocracia en el país.

Hoy Japón asiste a luchas de poder en las que prima la antigüedad y el peso de los diferentes clanes familiares que se disputan el poder dentro del partido gobernante y entre los que tradicionalmente se ha elegido al primer ministro.

Si en esta ocasión la designación del próximo primer ministro japonés se realiza de la manera tradicional, según el periódico Asahi Shimbun, "será un acto de traición a la voluntad popular". Por su parte, el diario Yomiuri Shimbun opina que "no hay tiempo para este tipo de batallas internas mientras el mundo espera que Japón se enfrente con seriedad a su crisis económica".