Schröder arremete contra Kohl por su postura ante la financiación de la UE

El candidato socialdemócrata a la cancillería alemana, Gerhard Schröder, arremetió ayer contra Helmut Kohl por su postura sobre la financiación de la UE. Schröder consideró que la estrategia de Kohl, orientada a reducir el saldo neto alemán, "sólo puede llevar al fracaso" y se alineó con la alternativa del luxemburgués Jean-Claude Juncker. "Todo el mundo sabe que una simple política del tipo quiero recuperar el dinero pagado sólo puede llevar al fracaso", manifestó Schröder a los eurodiputados socialistas en Estrasburgo.

Ésta es justamente la reivindicación que desde otoño de 1996 plantean Kohl y su ministro de Hacienda, Theo Waigel. Ambos reclaman reducir el saldo neto (la aportación presupuestaria bruta, una vez deducidos los retornos o transferencias recibidas de Bruselas), desde el 0,6% del PIB interno al 0,4%, esto es, unos 6.000 millones de marcos, en torno a medio billón de pesetas. El esquema sería similar al del cheque británico conseguido por Margaret Thatcher en 1985. Algo contra lo que milita la Comisión Europea, al considerar que es imposible calcular exactamente los retornos.Schröder recordó a la prensa que la aportación alemana, de 22.000 millones de marcos, fue aceptada por Kohl "y por su flamante ministro de Hacienda, que tan orgulloso estuvo del acuerdo" durante la cumbre de Edimburgo, en 1992. "Me sorprende que la memoria sea tan corta y sea ahora Kohl quien reclame que le devuelvan dinero", apostilló su principal oponente.

El líder socialista resaltó, sin embargo, que "hay que buscar soluciones" para remediar el excesivo esfuerzo fiscal alemán hacia la UE, que califica de "injusticia". Pero, ¿cuáles?

Aportación española

Ahí llegó la segunda noticia, cuando Schröder se apuntó a la fórmula del primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, consistente en que los gastos de la Política Agrícola Común (PAC) sean cofinanciados, al 20%, por los Gobiernos de los Quince, en vez de correr enteramente a cargo de Bruselas. Para España, eso supondría aportar unos 120.000 millones de pesetas anuales."Es mucho más inteligente atajar el problema por el lado de los gastos", razonó el dirigente socialdemócrata. "Si los costes de la PAC se componen de una proporción cada vez mayor de ayudas directas a la renta será lícito pedir que éstas se sufraguen en parte con contribuciones nacionales, sin que eso se interprete como vulneración del espíritu europeo", concretó el aspirante a canciller. De cada dos marcos que Bonn aporta a la PAC, sólo recibe uno, calculó.

La batalla sobre la financiación de la UE se trasladó también al ámbito interno español. El ministro de Exteriores, Abel Matutes, replicó ayer en Bruselas al candidato socialista a presidente del Gobierno, José Borrell, quien el lunes criticó al Gobierno por no tener "ni zorra idea" de negociar en la UE. Matutes sostuvo que Borrell, "en lugar de apoyar la posición española, apoya las tesis alemanas de recortar ayudas a España". "Con esta clase de apoyos no necesitamos adversarios exteriores", espetó, e hizo votos para que el líder socialista "rectifique".