El Museo de Bellas Artes de Valencia exhibe a Zurbarán y las obras de sus discípulos
Los diez lienzos, con las figuras de otros tantos santos, que conserva el Convento de las Madres Capuchinas de Castellón, fueron el origen de la ambiciosa exposición, Zurbarán y su obrador, que se inauguró ayer en el Museo de Bellas Artes de Valencia. Esas pinturas fueron realizadas en el taller de Zurbarán por discípulos del maestro. Pero la muestra también alberga originales de Zurbarán y otras obras destinadas en un principio al Nuevo Mundo. En total se han reunido 34 pinturas que representan santos, santas, sibilas, patriarcas y césares romanos a caballo.
El comisario de la exposición, Benito Navarrete, subrayó ayer el carácter fabril de buena parte de la producción de Zurbarán, que en el siglo XVII organizó una especie de taller de trabajo en el que trabajaban sus aprendices y discípulos con el fin de cumplir con los encargos solicitados por la clientela monástica vinculada al virreinato de Nueva España y al Perú. De esta manera, el obrador de Zurbarán funcionaba con una "mecánica absoltumente mercantil", según apuntó el comisario, que propocionaba series de lienzos, una decena de ellos pintados total o parcialmente por el propio Francisco de Zurbarán (1598-1664), a clientes de ultramar a través del puerto de Sevilla. Benito Navarrete, profesor de Historia del Arte, también destacó los documentos históricos que testimonian pleitos comerciales relacionados con esta actividad fabril. En 1639 Zurbarán se dirigió a la Real Audiencia de Sevilla para denunciar la desaparición de una serie de lienzos por los que no recibió dinero. El testimonio ante las autoridades de los oficiales que trabajaban con el artista permite hoy conocer conocer a algunos de los oficiales del obrador como Ignacio de Ries, de quien también se exhiben algunas obras. Los docuemtnos testimonian que los lienzos se malograron en una fiesta celebrada en el barco que cruzaba el océano. "Es una exposición que toma como punto de partida un tema hasta ahora escasamente tratado: el del mundo que rodeaba al artista", comentó ayer, la directora general de Promoción Cultural, Museos y Bellas Artes, Consuelo Ciscar, quien asistió a la inauguración tras una reciente convalencia. Se trata, pues, de una muestra que proporciona una visión muy concreta de la obra de Zurbarán en el 400 aniversario de su nacimiento. Las pinturas proceden de diversos museos y colecciones privadas, desde México, Nueva York y California hasta ciudaddes como Londres, Sevilla o Barcelona. Con motivo de la exposición se ha editado un extenso catálogo. Ciscar también destacó que la mitad de las piezas que se exhiben -entre ellas las de Castellón- han sido o serán restauradas por el Centro Ténico del museo de Bellas Artes.
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