Toros de exposición

En Pamplona los toros se corren, se torean, se visitan en los corrales, se degustan estofados, se disecan, se premian, se temen y se aman y por si todo eso fuera poco, se contemplan en las salas de exposiciones elevados a la categoría de objeto artístico. Quizá sean éstos los lugares menos frecuentados de las fiestas a pesar de que en su interior, concitados por el atrayente maremagnum internacional que se da cita en San Fermín, se albergan importantes muestras artísticas con el toro y el toreo. Sin ir más lejos, durante todo el mes de julio la figura de Pablo Ruiz Picasso y su amor a estos animales y a las corridas de toros se puede apreciar en La Tauromaquia (Horno de la Ciudadela, Avenida del Ejército s/n, hasta el 26 de julio), una muestra de 27 aguatintas pintadas por el genial malagueño a finales de la década de los cincuenta que ilustraron una enciclopedia taurina, titulada La tauromaquia o el arte de torear. Picasso recogió en ellas la totalidad de las suertes de la lidia, encontrándose algunos paralelismos goyescos en sus composiciones. Tauromaquias del siglo XX es también el título de otra interesante muestra (Hotel Maisonnave, Calle Nueva) de la galería pamplonesa Ars Liber que reúne grabados de Pablo Picasso, Rafael Alberti, Vicente Arnás, Daniel Merino, Miguel Ángel Lombardía y Eberhard Schlotter. De Picasso se pueden ver 21 grabados monocromos de la Suite Vollard realizados entre 1930 y 1937 y reestampados en serie de 300 por el Museo Mülheim de Bonn en 1990. Destacan los titulados Toros y caballos en la arena, tres variantes de La mujer torero y El reposo del escultor, en la que él, autorretratado con una barba a la antigua junto a la modelo, observa su trabajo. Los 6 aguafuertes de Alberti, titulados Toro y torero heridos de Poesía, están confeccionados sobre papel egipcio. Es una serie dibujada en 1991. El maestro del grabado y del toreo, Vicente Arnás, está presente a través de doce aguafuertes. La Música muda sobre la arena de Merino, la serigrafía de la estocada de Lombardía y el homenaje a Antonio Bienvenida de Schlotter, completan la exposición. Pero no son las únicas. La lucha entre toro y torero acompaña la fiesta de San Fermín desde el Polvorín de la Ciudadela. El pintor madrileño Álvaro Delgado, eminente retratista, da rienda suelta a su afición taurina a través de treinta telas. La larga serie de visiones artísticas de este mundo que lo invade todo en la capital navarra se completa con la muestra del pintor y escultor Antonio Loperena (Galería Azul; Calle San Antón) hasta el 19 de julio, la del donostiarra José Olaso (bar Picachilla; plaza de Yamaguchi, hasta el 31 de agosto) y otras exposiciones.