La Diputación acometerá desde enero en Arrigunaga el mayor proyecto de recuperación de una playa vizcaína
La Diputación iniciará en enero el mayor proyecto de recuperación de una playa en Vizcaya, que afectará a la cala de Arrigunaga, en Getxo. El plan contempla la total reposición de la arena, con el depósito de 213.000 metros cúbicos procedentes del fondo del litoral próximo. Además, se retirarán las gravas y arenas cementadas, de color grisáceo, existentes en la actualidad y se habilitará un paseo peatonal. El coste total asciende a 370 millones de pesetas. La diputada de Medio Ambiente, María Esther Solabarrieta, presentó ayer el proyecto de regeneración y urbanización de Arrigunaga, que se inició a principios de año. Esta playa es la más deteriorada en Vizcaya debido a su arena grisácea, procedente en parte de los residuos de extracción minera, la presencia de gravas por la erosión del acantilado de Punta Galea y a las zonas de arrecifes que dificultan o imposibilitan el baño. Todo ello retraía la asistencia de usuarios, a pesar de su buena ubicación, en la margen derecha de la desembocadura del Nervión. En los trabajos realizados este año, por un importe de 29 millones, se ha controlado la erosión del acantilado y el transporte de gravas hacia la playa mediante la construcción de tres espigones de protección. Las obras que se iniciarán en enero abordarán la retirada completa de gravas y arenas cementadas en una superficie de 18.000 metros cuadrados, la excavación de 16.000 metros cúbicos de terreno con arena, rocas, gravas y arenas cementadas y la reposición de los 212.000 metros cúbicos de arena, que tendrá un grosor de 35 milímetros, frente a los 20 de media en el resto de las playas vizcaínas. Paseo peatonal El proyecto se completará con la urbanización y el acondicionamiento del entorno, mediante la creación de un paseo peatonal de casi medio kilómetro y la reordenación de los usos de la playa. Así, el tráfico hasta la cala quedará reservado únicamente a los usuarios minusválidos, ambulancias y equipos de mantenimiento. Una vez terminada la regeneración, Arrigunaga tendrá una anchura, en pleamar, de 50 metros. Su extensión será similar a la catalogada actualmente, puesto que ocupará 51.425 metros cuadrados en la marea alta y 35.000 en bajamar. Aunque los trabajos tienen un plazo de ejecución de siete meses, la Diputación espera que el proyecto esté prácticamente finalizado para el inicio de la temporada de baños de 1999. "Nos quedarán entonces quince días de obras, pero la playa será accesible, las gravas estarán retiradas y el paseo marítimo se encontrará casi ejecutado en su totalidad", señaló un portavoz foral. Arrigunaga es una de las calas menos saturadas de Vizcaya y el verano pasado recibió a más de 62.000 personas. Pero es también una de las más contaminadas del litoral vizcaíno debido a los vertidos procedentes del Nervión, por lo que Osakidetza recomienda habitualmente la prohibición del baño.
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