La ONU eleva el estatus y los derechos de la OLP contra la voluntad de Israel y Estados Unidos

La Asamblea General de Naciones Unidas acordó ayer por amplia mayoría reforzar la repesentación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) concediéndole más prerrogativas y derechos, aunque sin llegarle a otorgar el derecho de voto ni el de presentar candidatos. La resolución, adoptada con la oposición de Israel y EEUU, fue inmediatamente condenada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu con un duro comunicado en Jerusalén en el que se asegura que esta decisión contradice el proceso de paz y vulnera el espíritu de los Acuerdos de Oslo.Veinticinco años después de que la OLP ingresara en Naciones Unidas en calidad de observador, la Asamblea General decidió ayer por 124 votos a favor, cuatro en contra (Estados Unidos, Israel, Micronesia y las Islas Marshall) y diez abstenciones, reforzar y potenciar su estatus: los portavoces palestinos podrán de ahora en adelante participar en los debates generales de la Asamblea, ejercer el derecho de respuesta, plantear mociones de orden relativas a su territorio y Próximo Oriente y patrocinar proyectos de resolución con respecto a estas zonas.

La delegación palestina en la ONU se verá asimismo reforzada con seis miembros, que ocuparán de ahora en adelante un lugar preferente en la parte de la sala destinada a los observadores, por delante del sitio que ocupan los representantes de Suiza y del Vaticano.

La representación palestina, que contará de casi tantas atribuciones o derechos como los de un Estado miembro, no podrá, sin embargo, ejercer el derecho de voto en los debates ni en las resoluciones, ni tampoco presentar candidatos.

Espaldarazo a Arafat

Esta modificación del estatus supone un espaldarazo diplomático de la comunidad internacional a Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Palestina, y a las aspiraciones del pueblo palestino en un momento especialmente delicado por el bloqueo en que se encuentra el proceso de paz tras más de un año de un diálogo congelado.La resolución de la Asamblea General fue condenada instantáneamente por el Gobierno israelí, que, en un comunicado, repudió la decisión de la Asamblea General, aseguró que constituye un precedente negativo, contradice el proceso de paz y se opone al espíritu de los Acuerdos de Oslo. A juicio del Gabinete, se está ante una modificación unilateral de la situación.

Netanyahu, primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores en funciones, trataba ayer de minimizar el éxito diplomático palestino: aseguró que se trataba de unas correcciones menores al estatuto anterior y que se habían rebajado las aspiraciones y peticiones presentadas por la OLP ante la ONU, donde habían llegado a reclamar el derecho de voto.

El espaldarazo diplomático internacional a la repesentación palestina en la ONU se producía pocas horas después de que dos ministros claves del Gobierno de Netanyahu -el de Defensa y el de Industria- hicieran públicas sus discrepancias con respecto a la política de obstrucción que el primer ministro está adoptando con el proceso de paz.

"Este es el momento de tomar decisiones de verdad y avanzar en el proceso hacia un acuerdo con los palestinos", afirmaba ayer a la prensa el ministro de Defensa Isaac Mordejai, quien en los últimos meses se ha venido definiendo en favor de la reactivación de proceso de paz, adoptando posiciones similares al del ex ministro de Exteriores, David Levy, quien abandonó hace unos meses el Gobierno por sus discrepancias con Netanyahu con respecto al mismo problema. Mordejai aseguraba ayer en tono enérgico: "Es necesario tomar decisiones en los próximos días, firmando si es posible un acuerdo con los palestinos o en su lugar explicar exactamente dónde se está, qué hemos hecho y quien es el culpable si no podemos llegar a un acuerdo".

Estados Unidos, por su parte, condenó ayer la votación de la Asamblea sobre la OLP, que consideró como un "error". "Esta decisión va a erosionar las posibilidades de paz en la región", advirtió el Departamento de Estado.