Un año después de la tragedia
A las 11.45 del mediodía de ayer, sonó la sirena en los astilleros de Unión Naval de Levante (UNL). Un año antes, las alarmas también saltaron. Pero ayer no hubo carreras ni gritos. De hecho, el buque Proof Spirit ya no está amarrado en el astillero. Su construcción terminó hace meses y su sala de máquinas funciona a pleno rendimiento. El año pasado, 15 minutos antes de las 12, una bola de fuego recorrió esa sala de máquinas. Segó la vida de 18 personas y dejó graves secuelas en varios trabajadores más. Ayer, el comité de empresa de UNL convocó cuatro horas de paro para mantener vivo en la memoria colectiva el peor accidente laboral ocurrido en la Comunidad Valenciana en las últimas décadas. Tres minutos de silencio y una ofrenda floral. Una corona de flores que lanzó al mar el hijo de uno de los fallecidos que, caprichos del destino, trabaja en una empresa que está subcontratada por los astilleros valencianos. Un homenaje al que asistieron los trabajadores de UNL y de las empresas subcontratadas, responsables de la compañía y representantes del Consell y de las organizaciones sindicales. Un acto al que la empresa vetó el acceso a los medios de comunicación. Después, los mil trabajadores iniciaron una marcha desde el recinto portuario hasta las puertas del Palau de la Generalitat. Cumplimiento de la Ley de Riesgos Laborales ya. Este era el lema de la pancarta que encabezaba la manifestación y el fondo del documento que los trabajadores hicieron llegar al presidente Eduardo Zaplana. "Vivir, ya no se vive", manifestaba una familiar de uno de los fallecidos, que añadía: "después de un caso como éste ya no hay ni familia". Los trabajadores, por su parte, recordaban unos hechos que durante meses trataron de olvidar. "Uno se acaba acostumbrando a trabajar en un sitio como la sala de máquinas", señalaba Rafael Bonías, jefe del equipo de mecánicos que se salvó de la tragedia por sólo cinco minutos. El comentario era unánime: que el tiempo borre heridas, que la ley ajuste las cuentas y que la muerte de 18 compañeros no sea en balde. Que no se repita.
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