La Comunidad tiene el segundo mayor índice de siniestralidad laboral del país

Los datos de siniestralidad laboral del primer trimestre de este año han puesto de nuevo en evidencia la escasa aplicación de la ley de seguridad en el trabajo en las empresas valencianas. Entre enero y marzo de 1998 el número de accidentes ocurridos durante la jornada laboral se incrementó en un 14,6% respecto al mismo periodo del año anterior. En total se registraron 22.477 accidentes con baja laboral, lo que sitúa la tasa de incidencia de accidentes sobre la población ocupada en el 20,8%. Sólo Murcia nos supera en este trágico ránking.

El accidente de Unión Naval de Levante, del que ayer se cumplió un año, unido a las numerosas muertes en el sector de la construcción durante el verano pasado, abrieron un amplio debate sobre la aplicación de la Ley de Seguridad Laboral en las empresas valencianas. Incluso, la Administración se comprometió a tomar cartas en el asunto, lanzando campañas de prevención de riesgos y controlando el cumplimiento de una ley que ya lleva dos años vigente. Sin embargo,pocas cosas parecen haber cambiado. Según Fernando Rodrigo, responsable de Salud Laboral de CC OO, hay datos objetivos y subjetivos que ratifican esta afirmación. "Sin contar el grave incidente de Unión Naval, el año pasado fue el peor de la década en accidentes laborales. A pesar de esto, en el primer semestre de este año, la siniestralidad se ha disparado y ya hemos superado la cifra del mismo periodo de 1997", señala Rodrigo. Sólo un dato alienta un cierto optimismo resignado: el número de siniestros con resultado de muerte ha bajado de los 28 que se registraron en el primer trimestre del año pasado a los 20 que se han contabilizado este año. La Consejería de Trabajo todavía no ha hecho públicos los datos relativos al segundo trimestre del año que se acaba de cerrar, aunque los datos que puedan surgir de esta nueva estadística no son motivo de esperanza, más cuando en los últimos días han muerto dos trabajadores. Rodrigo añade que además de los fríos datos, existen otros elementos que no auguran nada bueno. "No se han desarrollado los organismos de prevención en las empresas, no hay personas preparadas para desarrollar las tareas de seguridad, existe un gran desconocimiento entre los empresarios...", enumera el responsable sindical, que además critica la alta tasa de precariedad laboral. "Ante un incremento de actividad, se produce también un aumento de la precariedad, que conlleva una falta de experiencia. Sin embargo se asigna a estos trabajadores tareas de alto riesgo, se incrementan las jornadas y aumentan los ritmos de trabajo, lo que inevitablemente desemboca en un accidente", señala Rodrigo. Según una encuesta realizada por CC OO, el 62% de los empresarios tiene un conocimiento nulo o deficiente de la Ley de Seguridad Laboral, el 40% reconocen un grado de aplicación bajo o muy bajo de la misma, y entre los que la aplican, el 60% lo hace por la presión de la administración o por temor a la inspección, el 10% por la presión de los trabajadores, y sólo el 30% por propio convencimiento. De hecho, únicamente el 9,3% de las empresas tienen decidido el modelo de seguridad que van a implantar. En el otro extremo, el 78% de los empresarios reconoce no haber realizado ninguna acción formativa entre los trabajadores. "A esto hay que unir los ridículos recursos de la Administración, que cuenta con un inspector por cada 27.000 trabajadores, la ratio más alta de la Unión Europea", señala el responsable de Salud Laboral de CC OO. "Con este escaso poder de control, es prácticamente imposible implantar una ley tan compleja pero tan necesaria", afirma Rodrigo.