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Las cámaras de comercio vascas proyectan crear un órgano común para aumentar su protagonismo social

El País

Las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación vascas quieren impulsar un órgano común para reforzar su voz y protagonismo en el entramado socioeconómico e institucional vasco. Este marco de actuación conjunta se incluye en el plan estratégico de la Cámara de Comercio de Bilbao 1998-2002, que ayer presentaron su presidente, Ignacio Echebarría y el director de la entidad, Juan Luis Laskurain. Los responsables de la cámara insistieron en que la fórmula de colaboración que se busque entre los tres organismos respetará la personalidad de cada una de ellas, así como sus especificidades territoriales. El nuevo órgano, que podría seguir la fórmula de Confebask, tendrá poca estructura y mucha funcionalidad. Echebarría aseguró que los contactos entre las tres cámaras son constantes porque es la propia Administración la que les está demandando un interlocutor único. Desde la renovación de los presidentes de las cámaras vascas, estas entidades están buscando recuperar su protagonismo social y económico y convertirse de nuevo en órganos de referencia y consulta previa a la elaboración de cualquier nueva legislación o iniciativa que afecte a las empresas. Además de mejorar la interloción con las instituciones, el plan estratégico de la Cámara de Comercio 1998-2002 se marca como objetivos el acercamiento de la entidad a las empresas, la prestación de servicios de utilidad y calidad y la optimización de sus recursos propios, conjugando su doble carácter público y privado. Un estudio elaborado por un consultor externo ha revelado que la Cámara bilbaína es "bastante poco conocida" entre las empresas a las que representa. Para corregir esto, los responsables de la institución se plantean desarrollar una estrategia de comunicación que difunda la actividad y servicios que presta la Cámara. El objetivo prioritario es convertirse en un órgano de expresión de los empresarios. Además, impulsarán el uso del euskera en sus actuaciones. En el ámbito de los servicios a prestar, la Cámara ayudará a la creación de empresas, simplificando los trámites, y desarrollará la cultura de la calidad. Según aseguró Laskurain, director de la entidad, "los servicios de la Cámara pueden ser más útiles a las pequeñas empresas que a las grandes". La Cámara bilbaína cuenta con un presupuesto anual de 1.200 millones de pesetas, de los que unos 800 millones proceden de los servicios que presta.

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