España propone que los países con más riqueza por habitante paguen más a la UE
España hizo oficial ayer su propuesta de que la futura financiación de la Unión Europea tenga en cuenta la riqueza relativa. En una carta enviada al presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, firmada por el vicepresidente Rodrigo Rato y el ministro de Exteriores, Abel Matutes, el Gobierno explica las razones políticas y jurídicas que avalan su propuesta. Ésta va en dirección opuesta a las intenciones de Alemania e implicaría que este país aporte 650.000 millones de pesetas anuales más a las arcas comunitarias, mientras España se ahorraría 210.000 millones.
"Si no quieres caldo, dos tazas", parece decirle España a la llamada banda de los cuatro. Mientras Alemania, Holanda, Austria y Suecia pretenden poner un tope a las aportaciones de los socios -basado en el saldo neto resultante de restar a sus pagos lo que reciben del presupuesto de la Unión-, España ha oficializado una idea opuesta, que la riqueza por habitante de cada país module al alza (cuando se esté por encima de la media europea) o a la baja (en el caso de los países más pobres) la aportación al presupuesto común.De esta forma, el Gobierno ha puesto negro sobre blanco las difusas propuestas planteadas por su presidente, José María Aznar, durante la pasada cumbre de Cardiff y adelantadas en sus líneas básicas por este periódico en vísperas de aquel Consejo Europeo.
Carta a Santer
La propuesta española ha sido enviada en forma de carta al luxemburgés Jacques Santer, presidente de la Comisión Europea, porque es este organismo el que debe presentar una propuesta de reforma a partir de las conclusiones acordadas en la cumbre de Cardiff.Por cortesía se ha hecho llegar también una copia al presidente del Ecofin (el Consejo de Ministros europeos de Economía y Finanzas) y al del Consejo de Exteriores, que desde el 1 de julio son los respectivos ministros austriacos. España se refugia en el Tratado de la Unión Europea para justificar tanto jurídica como políticamente su propuesta, que es lo bastante flexible como para contemplar tres posibilidades distintas (véase información adjunta). No propone aplicar a toda la financiación comunitaria el factor progresivo de la renta por habitante, sino sólo a dos de los cuatro recursos de financiación, el que se recauda teniendo en cuenta el producto nacional bruto (PNB) de cada país y el que se basa en los ingresos por el impuesto sobre el valor añadido (IVA).
Son, de hecho, dos recursos que reflejan de modo proporcional la riqueza de cada país, pero no tienen el carácter de progresividad que España defiende. Son, además, los dos principales recursos financieros de la UE, que se nutre también a través de las exacciones agrícolas y del tráfico por aduanas, aunque en mucha menor medida.
En su carta, Rato y Matutes recuerdan a Santer que el Protocolo sobre la Cohesión Económica y Social anejo al Tratado de la Unión recoge "la propuesta de tener en cuenta en el Sistema de Recursos Propios la prosperidad relativa de los Estados miembros", y que en ese mismo texto, los socios "declaran su intención de tener más en cuenta la capacidad contributiva de los distintos Estados miembros en el Sistema de Recursos Propios, así como de estudiar medios para corregir para los Estados miembros menos prósperos los elementos regresivos que existen en el Sistema actual de Recursos Propios".
Fuentes españolas destacaron ayer que el sistema propuesto ahora por Madrid ya fue barajado tiempo atrás por el canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, aunque éste no se basaba en la renta por habitante pura y dura, sino en la renta por habitante expresada en paridades de poder de compra. Este otro índice corrige las cifras del anterior en función del coste de la vida en cada país. Según la oficina estadística comunitaria, Eurostat, ese factor reduce la riqueza de un alemán al 108,6% de la media europea, mientras eleva la de un español al 76,9%. Su aplicación a la propuesta española reduciría los pagos de España sólo 825 millones de ecus (138.583 millones de pesetas), mientras Alemania sólo incrementaría su gasto 1.791 millones de ecus (301.039 millones de pesetas).
El efecto del euro
Pero España sostiene que la aplicación de las paridades de poder de compra tenía sentido en una Europa sin moneda única, en la que las devaluaciones y las revaluaciones de las monedas alteraban mucho las aportaciones de cada socio porque se modificaban a la baja o al alza su PNB y sus ingresos por IVA. "Pero en la Europa del euro sólo tiene sentido la renta media real porque la moneda con que se calcula la riqueza de un país será siempre la misma", afirman las mismas fuentes.[Rato adelantó ayer, en unas jornadas sobre el euro organizadas por las Nuevas Generaciones del PP, en Madrid, que en la carta "se propone que se introduzca la progresividad en los recursos de la UE, de manera que en Europa, al mismo tiempo que se lleva a cabo una integración económica y política a través de la unión económica y monetaria, se garanticen políticas que respondan a la realidad de la riqueza de cada país"].
El Gobierno lleva meses barajando la opción presentada, pero prefirió esperar a que pasara la cumbre de Cardiff para no poner en aprietos a Kohl. Este era el último Consejo Europeo antes de las elecciones alemanas, que serán en otoño.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.