El 12% de los alumnos valencianos reconoce que ha participado en la violencia escolar
"Estamos lejos del grado de violencia escolar de Estados Unidos, pero ese fenómeno puede llegar a España, como el resto de la cultura norteamericana, a través de los telefilmes que ven los niños en casa". La voz de alarma la dio ayer el coordinador de la fiscalía de menores de Valencia, Manuel Dolz, que considera "insuficientes" los recursos judiciales y policiales para investigar los delitos en centros educativos. Según una encuesta facilitada por la Delegación del Gobierno, el 12% de los alumnos valencianos reconocen que se han visto envueltos en la violencia escolar.
El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carlos González Cepeda, interpretó la encuesta -realizada con entrevistas a alumnos de 385 colegios de toda España- de forma positiva: "Estamos cinco puntos por debajo de la media nacional [17%]", afirmó ayer durante la inauguración de la Conferencia Autonómica de Seguridad en el Palau de la Música de Valencia. En este encuentro participaron cerca de 500 profesionales de los distintos cuerpos de seguridad y salvamento. A lo largo de las 22 ponencias, los expertos en cada materia -delincuencia juvenil, robos agrarios, bandas organizadas, delitos urbanos, medioambientales...- esbozaron la situación del territorio valenciano en materia delictiva. Cómo actúan los maleantes, cuáles son sus víctimas preferidas, qué hacen los agentes para detenerles. Abrió el fuego Manuel Dolz, que teme el pernicioso ejemplo de los "telefilmes norteamericanos" entre la juventud valenciana. "En estos momentos tenemos un caso de asesinato cometido por menores", advirtió. Se refería a los adolescentes que asesinaron a un taxista en Barx (La Safor). Cada año, su fiscalía recibe unos 3.000 expedientes de menores implicados en actos violentos. Sin embargo, muchos de estos casos son lo que Dolz llama "violencia no delictiva", la que se produce durante un partido de fútbol o un juego que, en su opinión, deberían resolverse con medidas correctivas sin acudir a la Justicia. El fiscal de menores señala que los delitos más graves que investigan los cometen los adolescentes de 15 y 16 años. Dolz considera poco eficiente que haya dos grupos de menores -en la policía nacional y en la autonómica- que trabajen por su cuenta. Con respecto a los delitos urbanos, el comisario José Antonio Fernández Prada explicó que los robos en el interior de los vehículos son los más numerosos. La escasa confianza en la policía para resolver estos hurtos y el miedo a las represalias del agresor -en los casos de mujeres maltratadas por sus parejas- provocan, según los datos del comisario, que el 42% de los delitos urbanos no se denuncien. Los pequeños robos, "relacionados en su gran mayoría con la adicción a las drogas", son los que más aumentan la sensación de inseguridad, según Fernández. "El 18% de los ciudadanos ha sido víctima de algún delito", recalcó. La Policía de Proximidad, el proyecto emblemático del PP en materia de seguridad ciudadana, puesto en marcha por el director del cuerpo, el valenciano Juan Cotino, apenas recibe peticiones de los ciudadanos. De las 14.044 intervenciones realizadas en los últimos 12 meses en Valencia, sólo en 1.695 actuaron tras ser requeridos por alguien Sin embargo, la policía alega que en el 47,6% de las detenciones (81 de 170) recibieron ayuda ciudadana. En tema de drogas, la policía resalta el auge de las pastillas de éxtasis en los últimos cuatro años, mientras que en inmigración, el año pasado expulsaron a 760 residentes ilegales y detuvieron a 2.323 extranjeros implicados en delitos. Destacan las redes de húngaros y uruguayos dedicadas a la trata de blancas y las mafias chinas de restaurantes y talleres de confección, sin olvidar a los guineanos que falsificaban permisos de residencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.