Ortografía
El 22 de junio se iniciaron en Sevilla las pruebas de acceso a la Universidad para los alumnos que aspiran a poder cursar alguna carrera universitaria. Mi hijo es uno de ellos. A su regreso a casa, le pido que me enseñe los ejercicios que le han puesto para poder comentarlos. Hasta aquí todo normal. Mi gran sorpresa, triste e ingrata, fue que al leer la prueba de Historia a la que tenían que contestar los alumnos, prueba redactada y escrita por la Universidad de Sevilla, habían cometido dos graves errores de ortografía. Me pregunto qué diría don Camilo, miembro de la Real Academia Española, que tantas veces se ha pronunciado sobre la ortografía de los alumnos universitarios. ¿Y la ortografía de los catedráticos y profesores de la universidad? Se podría argumentar que ha sido una errata de imprenta. Yo me pregunto: ¿es que antes de fotocopiar y distribuir el examen no se lee para ver si hay algún error? Si así hubiese ocurrido y efectivamente fue un error de imprenta, ¿no hubiera sido lo correcto el haber puesto de manifiesto durante el examen, desde la tribuna, que había dos errores ortográficos? Profundicemos aún más en el tema. Si tenemos en cuenta que las faltas de ortografía estaban en un texto de transcripción literal de la Embajada americana a la española en el año 1898, podríamos pensar que las faltas las cometieron los americanos que escribieron el documento (cosa que desconozco), y por mantener el texto original no han querido corregir. En este caso, ¿no se debería haber hecho una breve referencia a dichas faltas e incluso haber ironizado sobre los conocimientos que del idioma castellano tenían los yanquis? Pues bien, mi opinión es que cualesquiera que fuesen las circunstancias, lo que nunca tendría que haber ocurrido es entregar los exámenes sin más. Y en los hechos relatados creo que no caben tolerancias. Perdónenme los que crean que soy demasiado intransigente.- Juan Martínez Iglesias. Sevilla.
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