Aznar rehúye ante Arafat apoyar un Estado palestino y confía en un rápido acuerdo de paz
El presidente del Gobierno, José María Aznar, concluyó ayer su primera gira por Oriente Próximo con una críptica declaración de confianza en un inminente acuerdo de paz entre palestinos e israelíes: "Las próximas semanas pueden ser muy importantes. Es mi opinión, y mi deseo, que sean muy importantes". Y, escudándose en lo delicado de las negociaciones, rehuyó opinar sobre la creación de un Estado palestino o la ampliación de Jerusalén que proyecta Israel. Estas manifestaciones las hizo ante la mirada grave y ausente del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, que afirmó que el proceso de paz se encuentra "en un callejón sin salida".
La rueda de prensa ofrecida ayer por Aznar y Arafat en la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina de Gaza desmarca a España de la política de la UE en Oriente Próximo para acercarse más a las tesis del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que el lunes, en Jerusalén, afirmaba que el acuerdo "está muy cerca". La diferencia es que Netanyahu culpa del parón a los palestinos, y que Aznar confía en que la mediación de EE UU, cuya fecha límite es el próximo 31 de julio, dé frutos.La actitud de Aznar contrasta con la de otros líderes europeos, como el francés Jacques Chirac o el británico Tony Blair, en sus visitas a la región. Aznar evitó ayer, hasta límites insospechados, pronunciar una sola palabra que pudiera entenderse como una crítica al Gobierno israelí por su actitud en el proceso de paz, que es cuestionada abiertamente por la Casa Blanca y la Comisión Europea. Arafat, por su parte, destacó ante la prensa el papel jugado por España, en 1991, en el proceso de paz y apeló al papel "moral, político y económico" de Europa y España en defensa de ese proceso. El líder palestino se mostró pesimista sobre la evolución de las negociaciones y rechazó ser responsable del estancamiento del diálogo: "Hemos aceptado la propuesta de EE UU y estamos a la espera de una respuesta de Israel".
Aznar, preguntado por su confianza en un inminente acuerdo, dijo que es importante resolver los temas "que están sobre la mesa". No desea que las cosas se "compliquen" y aclaró que el plazo de las "próximas semanas" que anuncia se basa en la "convicción de que hay que aprovechar el tiempo que queda". Preguntado por la posición de España ante la decisión israelí de ampliar los límites de Jerusalén, que ha llegado hasta el Consejo de Seguridad de la ONU, Aznar dijo no tener opinión. "Conviene conocer todos los detalles de esa propuesta,que puede tener diversas interpretaciones y, en mi opinión, no del todo correctas". "No hay que dejarse impresionar por declaraciones espectaculares, ni por actuaciones que tengan una repercusión pública importante", agregó. En general, rechazó las "decisiones unilaterales" que puedan hipotecar negociaciones futuras, algo que aplica tanto al caso de Jerusalén, como a una eventual declaración de independencia del Estado palestino, anunciada por Arafat para 1999 con o sin acuerdo con Israel.
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