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El 9% de los árboles sufre daños, según el Inventario Forestal de 1997

15 millones de árboles de la Comunidad Valenciana tienen problemas de salud. Según el último Inventario de Daños Forestales elaborado por la Dirección General de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente, que resume los datos recogidos en 1997, el 9,03% de los árboles valencianos sufre una pérdida de hojas (defoliación) superior al 25% de la copa (lo que se considera un árbol dañado). Sin embargo, sólo el 26% está sano, puesto que otro 64,93% tiene una defoliación de entre el 11% y el 25% de su copa.

El estudio de la salud de los bosques se inició en 1987, cuando la Comunidad Económica Europea decidió hacer un inventario de los daños forestales unificando la metodología para todos los Estados miembros, tanto la referente a los criterios de valoración como a la periodicidad de los trabajos de campo. La alarma había saltado años antes, en la década de los setenta, cuando se puso de manifiesto una degradación galopante de los bosques de los países industrializados. Un deterioro que rápidamente se achacó a la contaminación atmosférica y a otros fenómenos acelerados por ella, como la proliferación de plagas y otros agentes patógenos que disminuyeron las defensas naturales frente a factores climáticos extremos como la sequía y las heladas. Desde 1987 se hacen públicos los datos con periodicidad anual para contrastar la evolución de la salud de los bosques europeos, unos datos que también sirven para tomar el pulso a los árboles españoles y, cómo no, también a los ejemplares de la Comunidad Valenciana. Los últimos datos hechos públicos por la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, los correspondientes a 1997, delatan una sustancial mejoría de la salud forestal española. Así, a nivel nacional, el porcentaje de árboles lesionados (con más de la cuarta parte de la copa defoliada) se eleva al 13,67%. Una cifra que vuelve a los niveles de 1993, cuando el porcentaje se situó en el 13,03%. Los tres años siguientes, las cifras se dispararon: 19,36% en 1994, 23,82% en 1995 y 19,43% en 1996. Unos datos que denotan un deterioro superior en varios puntos al de la media de los bosques europeos. Todavía no están disponibles los datos totales de 1997, pero en 1995 el 17,3% del arbolado de la UE estaba dañado y en 1996 el porcentaje se reducía al 18,1%. Las cifras españolas colocan a la Comunidad Valenciana, en la que se encuentran 12 de las 462 áreas de observación de toda España, en una situación claramente más favorable, puesto que sólo uno de cada diez árboles tiene la cuarta parte de su copa defoliada. Sin embargo, si se cuentan los árboles con una pérdida de hojas superior al 10% la cifra se dispara hasta el 74%. Es decir, las tres cuartas partes de los 151 millones de árboles valencianos tienen problemas de defoliación mientras que en los bosques españoles esta cifra (copas con más de un 10% de defoliación) se reduce a dos tercios (66,35%). Según el ministerio, los resultados de 1997 denotan una mejoría general de los bosques por el aumento de las precipitaciones, pero los efectos de las lluvias se han hecho sentir peor en las coníferas (ahora con un 11,54% de árboles dañados respecto al 18,15% de 1996) que en las frondosas (15,8% y 20,69%, respectivamente). En la Comunidad Valenciana, el deterioro siempre es más grave en los árboles de menos de 60 años de edad que en los más viejos, quizá porque los ejemplares jóvenes son más sensibles a los años de sequía que ha padecido el arco mediterráneo. Así, sólo el 23,99% de los árboles jóvenes no padece la defoliación por el 32,84% de los mayores de 60 años.

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