Más de un centenar de vecinos de Nerva intentan entrar al nuevo vertedero
La Guardia Civil impidió el acceso al depósito de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva (Huelva) a más de un centenar de vecinos, que se concentraron durante la tarde de ayer ante las puertas de la planta para impedir la entrada de camiones cargados con vertidos contaminantes. La movilización, organizada por la Plataforma Antivertedero, se desarrolló sin incidentes graves, aunque con momentos de mucha tensión.
El clima de crispación se redujo cuando un portavoz del Complejo Medioambiental de Andalucía (CMA), la sociedad que gestiona el depósito, accedió a las demandas de los vecinos "siempre que soliciten formalmente la visita", dijo. No obstante, los manifestantes recriminaron a los agentes su actitud "en contra de la defensa de los intereses públicos, en favor de una empresa privada". Ningún camión accedió al recinto durante la protesta, aunque ya han descargado una docena de ellos durante las últimas horas, según confirmó propia la empresa. Los miembros de la Plataforma Antivertedero, acompañados de responsables de la Confederación Ecologista Pacifista de Andalucía (CEPA), Los Verdes y parlamentarios de IU, entre otros, cortaron la carretera de acceso al vertedero, durante algo más de tres horas. Los vecinos gritaron proclamas contra el consejero de Medio Ambiente, el socialista José Luis Blanco; el alcalde de Nerva, José Villalba, y el gerente de CMA, Santiago Ortiz. La movilización se desarrolló bajo un calor de justicia y ante la atenta mirada de un discreto dispositivo de vigilancia policial. Entre los que encabezaron la protesta se encontraba el responsable de Los Verdes de Andalucía, Francisco Garrido, que aseguró que "este vertedero es un botón de muestra de la política que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente para el tratamiento de los vertidos". Garrido anunció que la Junta "tiene previsto en un futuro la construcción de dos depósitos parecidos en otros puntos de la región". Por su parte, Juan Clavero, portavoz de la CEPA, manifestó que "el depósito ha comenzado a funcionar con premeditación alevosía. Lo han inaugurado en la clandestinidad". El ecologista mostró también su preocupación sobre la inminente llegada al recinto de cenizas procedentes de Acerinox. Algunos vecinos tenían previsto pasar la noche ante las puertas del vertedero para vigilar los movimientos en la instalación.
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