Una de cada cinco carreteras vascas ofrece prestaciones inadecuadas a los automovilistas

Casi cuarenta carreteras vascas, el 21% del total, ofrecen problemas para el usuario debido a sus infraestructuras o al gran tráfico que soportan, según recoge el II Plan General de Carreteras del País Vasco (1999-2010), presentado ayer en Bilbao. La peor situación se da en Vizcaya, con inconvenientes en el 33% de su red viaria. El Gobierno prevé gastar en la próxima década cerca de 350.000 millones en infraestructuras viarias. El consejero de Obras Públicas, José Antonio Maturana, señaló que en los últimos cinco años se ha creado un centenar más de kilómetros de autovías.

La operatividad de las carreteras se mide por el denominado nivel de servicio, que combina la oferta (el número de carriles, ancho de plataforma, curvatura, pendientes) con la demanda (volumen de tráfico o porcentaje de vehículos pesados). El documento del II Plan General de Carreteras establece que en 37 tramos la situación no es aceptable y requiere la adopción de medidas. Entre ellos, se encuentran tres en la A-8 -a su paso por Bilbao, la variante San Sebastián y el tramo Loiola-Intxaurrondo- y otros viales como la N-I en Etxegarate, la N-634 entre Lasarte y Zarautz o entre Elgoibar y Erletxes; el puerto de Barazar, los accesos a los aeropuertos de Hondarribia y Sondika, el nudo de Cruces y el puente de Rontegi o la BI-625, que conecta Arrigorriaga y Basauri. El estudio del Gobierno vasco constata una mejora de las prestaciones en el curso de los últimos cinco años. En 1993, el 38% de los tramos viarios presentaba un nivel de servicio malo o deficiente y en 1998 este porcentaje se ha reducido al 21%. Por territorios, las prestaciones más óptimas se sitúan en Álava, con resultados insuficientes en sólo un 6% de su red viaria. Guipúzcoa tiene problemas en el 22% de sus carreteras y Vizcaya ofrece una situación no deseable en el 33%. El Plan General revela que, como es previsible, los mayores tráficos se registran en los entornos de las tres capitales, a las que siguen viales como los que unen Azkoitia y Azpeitia, Bergara y Arrasate o Zumarraga y Beasain. En cuanto a los flujos interurbanos, las saturaciones de mayor importancia se concentran en el triángulo formado por las capitales, con un paso medio diario próximo a los 20.000 vehículos. El documento indica que, por primera vez, figuran tramos con más de 80.000 vehículos al día -en la A-8 a su paso por Bilbao y San Sebastián- y que disminuyen los que acogen menos de 2.000 diarios. Las comarcales, peligrosas El número de accidentes ha disminuido en un 6,5% en el periodo comprendido entre 1994 y 1996, aunque se constata un importante incremento en la red de autopistas, un 29%. Sin embargo, el índice de peligrosidad -que mide el número de accidentes con víctimas en relación al tráfico registrado en la carretera y, por tanto, está considerado como un indicador más real- aumenta según baja la categoría del vial: un 15 en las autopistas de peaje y un 58,7 en las carreteras comarcales. En éstas últimas, destaca el contraste entre Guipúzcoa, con un índice del 38, y Álava, que supera el 78, mientras que Vizcaya registra un 67. Como ya adelantó este diario (ver EL PAÍS del 27 de junio), los 350.000 millones de gasto previstos hasta el año 2010 serán acaparados en un 30% por la autopista Éibar-Vitoria, que requerirá invertir 100.000 millones. Por ello, las mayores inversiones se concentrarán en Guipúzcoa, con 180.000 millones, seguida de Vizcaya, 123.000 millones, y Álava, con 45.500 millones. El consejero de Transportes y Obras Públicas, José Antonio Maturana, destacó en la presentación el incremento de kilómetros de autovía en los últimos cinco años: de los 360 de 1993 se ha pasado a los 453 actuales. Maturana, que presentó el Plan General en una exposición inaugurada en Bilbao que se trasladará posteriormente a las otras dos capitales, valoró el amplio debate realizado: "Ha habido más de quince reuniones con las diputaciones en los últimos meses". A su juicio, la competitividad de Euskadi depende del desarrollo del plan, al que calificó de "fundamental" para la adecuada conexión entre los tres territorios vascos y con el resto de España y Europa. Sobre la financiación de los 350.000 millones previstos, afirmó que "en muchos casos no va a ser posible financiarlos con los presupuestos públicos, pero las diputaciones ya piensan en otras fórmulas".