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El Instituto de Deportes pide protección policial para las piscinas públicas

Jan Martínez Ahrens

Empleados apedreados, socorristas amenazados de muerte, operarios atacados con navajas... La acción de bandas juveniles violentas ha convertido las piscinas municipales en recintos peligrosos. Así lo considera el sindicato UGT, que ayer denunció la falta de seguridad de estos recintos municipales y exigió medidas urgentes. El gerente del Instituto Municipal de Deportes, Guillermo Jiménez, reconoció la existencia de un "problema importante" y anunció que solicitará protección policial al concejal de Seguridad y a la Delegación del Gobierno.

La última agresión sufrida por los trabajadores de una piscina municipal ocurrió el pasado 20 de junio en el recinto de Cerro Almodóvar, en el barrio de Santa Eugenia. Una veintena de jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 18 años irrumpieron en la piscina y empezaron a molestar al resto de usuarios. El socorrista les recriminó su conducta. La reacción del grupo fue amenazarle de muerte. Un operario quiso entonces ayudar a su compañero. Recibió, siempre según la versión de UGT, un puñetazo en la cara que requirió un punto de sutura. También resultó lesionado un maquinista, que al intentar evitar la agresión a su compañero sufrió un esguince. Antes de marcharse, los violentos advirtieron al socorrista: "Volveremos y te mataremos". El amenazado presentó denuncia escoltado por la Policía Municipal. Con anterioridad, el domingo 14 de junio, en la piscina de Palomeras (Vallecas), una operaria fue amenazada con una navaja en el pecho después de que recriminase a otro grupo de jóvenes su actitud en el agua. También presentó denuncia en comisaría.Justo una semana antes, en el recinto municipal de Plata y Castañar (Villaverde), otro trabajador fue atacado por un grupo de jóvenes que trató de acceder a las instalaciones saltando la valla. Antes de intentar colarse habían lanzado piedras contra los operarios del centro. Algo parecido sucedió en la piscina de San Fermín, donde los empleados recibieron una lluvia de pedradas mientras limpiaban el recinto. Esa misma noche se registró un asalto a las instalaciones. El interior de la piscina quedó lleno de basura, bancos y mesas.

Éstos son los principales incidentes destacados por UGT en su denuncia. En todos los casos, según el sindicato, los ataques han corrido a cargo de pandillas de jóvenes, que "bajo los efectos del alcohol" no han dudado en mostrarse violentos cuando los empleados municipales les han recriminado su actitud. "Hay miedo entre los trabajadores y también entre las familias que acuden tranquilamente a las piscinas municipales. Necesitamos más protección. No ha hecho más que empezar la temporada [las grandes piscinas abrieron a primeros de junio] y ya tenemos tres denuncias", señaló el secretario de UGT en el Instituto Madrileño de Deportes, José Manuel Ávila.

Críticas sindicales

UGT considera que el incremento de la inseguridad en las piscinas está directamente relacionado con la "falta de interés" por parte de la gerencia del Instituto Municipal de Deportes (IMD). "No ha puesto los medios de prevención necesarios para evitar este tipo de hechos, lo que, unido a una reducción sistemática de la plantilla, produce la sensación de total abandono de las instalaciones", señaló Ávila.El gerente del IMD, Guillermo Jiménez, salió al paso de esta críticas. Reconoció los "actos vandálicos" e insistió en que va a pedir ayuda a la Delegación del Gobierno de Madrid y a la Concejalía de Seguridad. "Hablar de ataques contra las personas es algo exagerado, pero lo que sí hemos registrado son destrozos a la propiedad. Tenemos guardias de seguridad por la noche, pero ponerlos por el día, además de que no sería bien visto por el comité de empresa, nos costaría 200 millones de pesetas, demasiado dinero. Por ello pedimos la ayuda de la policía", explicó Jiménez.

El gerente del IMD señaló que los principales incidentes, entre las 35 piscinas municipales que existen, se han registrado en los recintos de San Blas, Entrevías y Villaverde. "Hay grupos que se creen con patente de corso, entran sin pagar y generan enfrentamientos. En algún caso también han podido darse robos a usuarios, pero pocos. Si tenemos en cuenta que al cabo de la temporada pasan por las piscinas unas 200.000 personas, no se trata de un problema de gran magnitud, pero sí que es cierto que supone un hecho desagradable que no debe ocurrir en una piscina", añadió Jiménez.El gerente recordó que el año pasado, ante la aparición de los primeros casos de vandalismo, la Policía Municipal y la Delegación del Gobierno montaron un dispositivo de seguridad que tuvo un efecto disuasorio. Fuentes de la Delegación del Gobierno indicaron ayer que si bien el Cuerpo Nacional de Policía está dispuesto a participar en un operativo de apoyo, la custodia de los recintos municipales es una tarea específica de la Policía Municipal.

El concejal socialista Eugenio Morales abundó en el mismo sentido. "La Policía Municipal debe tener especial cuidado en controlar los bienes municipales, especialmente en el caso de las piscinas, donde la afluencia es masiva y cualquier incidente origina las críticas de los usuarios".

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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