Maragall y Pujol evitan el cuerpo a cuerpo en los primeros compases de la carrera electoral

Pasqual Maragall ha arrancado su carrera electoral evitando el cuerpo a cuerpo con su contrincante, Jordi Pujol, a quien intentará desbancar de la presidencia de la Generalitat. Pujol también está utilizando la misma táctica en estos primeros tanteos. Ambos se ningunean y dejan que sean sus respectivos compañeros quienes carguen contra el rival. Maragall visitó ayer las tres poblaciones del Baix Camp con alcalde socialista, donde centenares de ciudadanos le alentaron y aplaudieron con énfasis sus críticas a la política lingüística y al nacionalismo "excluyente" de CiU.

El socialista Pasqual Maragall inició ayer las giras territoriales de su precampaña electoral con una visita a las tres localidades del Baix Camp que están gobernadas por el PSC: Cambrils, La Selva del Camp y Reus. En Cambrils Maragall anduvo por el paseo Marítimo y por la playa atestada de turistas, donde tomó un baño. En La Selva compartió una paella con medio millar de militantes y simpatizantes socialistas de la provincia. Ya por la tarde, en Reus asistió a los oficios religiosos con motivo de la fiesta mayor de Sant Pere. A pesar de que repetía constantemente que todavía no es el candidato oficial del PSC a la presidencia de la Generalitat, Maragall era consciente de que ya había empezado la precampaña para los comicios autonómicos. La víspera, los demás partidos políticos catalanes se habían encargado de recordárselo, sobre todo desde la coalición nacionalista CiU. No obstante, el máximo dirigente nacionalista y actual presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha evitado hasta el momento cargar directamente contra el aspirante socialista. Esa tarea ha sido encomendada a sus subalternos de Convergència y a sus aliados de Unió. Con el mismo desdén le está respondiendo Maragall. En el discurso de media hora que pronunció ayer en La Selva, Maragall no mentó ni una sola vez a Pujol. Los socialistas que le precedieron en el uso de la palabra fueron los encargados de criticar al líder de CiU. El público interrumpió con ovaciones a Maragall tantas veces como éste criticó la política "uniformadora" de CiU en el terreno lingüístico y en el de las ideas en general. El ex alcalde de Barcelona defendió una "Cataluña rica y plural, con muchos acentos y variedad" frente a la Cataluña nacionalista de los convergentes, "siempre temerosa de la pluralidad y de algún enemigo exterior". Borrell y la paz vasca Maragall disparó sus críticas más fuertes contra el nacionalismo, "un concepto político desfasado en una Europa plural". "Alguien tan nacionalista como Margaret Thatcher ", manifestó el líder socialista, "no supo encontrar la paz en Irlanda del Norte, sino que ha tenido que llegar alguien no nacionalista como Tony Blair para solucionar el conflicto. Con nuestro Tony Blair también alcanzaremos algún día la paz en Euskadi". La integración de los inmigrantes establecidos en Cataluña le sirvió a Pasqual Maragall para iniciar su discurso en contra de la política lingüística de CiU. "Los hijos o nietos de estos inmigrantes ya hablan catalán y no ha hecho falta ninguna ley para ello", dijo el ex alcalde para dejar constancia de que él, igual que su partido, considera innecesaria la actual ley del catalán. "La lengua es demasiado importante para hacer batalla de ella", agregó, y puso la Ley de Normalización Lingüística de 1983 como paradigma de consenso. "Se han puesto nerviosos porque carecen