Un coche bomba de disidentes del IRA enturbia las elecciones de hoy en el Ulster
El estallido de un coche bomba recordó violentamente ayer a los norirlandeses que su embrionario proyecto de reconciliación está en la mirilla de los enemigos del histórico proceso político que ingresa hoy en una fase crucial con la elección de una Asamblea legislativa autonómica. Dos personas resultaron heridas por la explosión registrada frente a un cuartel de la policía en el predominantemente católico pueblo de Newtownhamilton, a unos 60 kilómetros al sureste de Belfast. Extremistas republicanos se adjudicaron la responsabilidad del atentado.
Los autores del atentado, miembros del Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA), una escisión del IRA, denuncian el proceso como una claudicación del Sinn Fein de Gerry Adams. El bombazo colocó inmediatamente a Adams en una posición bastante incómoda. Su partido aspira a obtener sólido apoyo del electorado para convertirse en un factor determinante en la nueva ecuación política de Irlanda del Norte. Sus críticos sostienen que el Sinn Fein es totalmente incapaz de influir entre los diversos grupos armados que se niegan a sumarse al alto al fuego decretado por el IRA hace casi un año.Adams, arquitecto de la transición de la marcha republicana de la metralleta a las urnas y pilar del proyecto de paz aprobado por el 71% de los norirlandeses en el referéndum del mes pasado, se ha mostrado confiado en que la votación dará poder real al Sinn Fein por primera vez desde las elecciones irlandesas de 1918. Su campaña para las elecciones de hoy ha estado saturada de sugerencias de que los republicanos, que obtuvieron el 11,3% del voto en las elecciones generales británicas de 1997, van a ocupar por lo menos 17 de los 108 escaños de la nueva Asamblea legislativa. En un gesto altamente simbólico, Adams incluso se ha hecho retratar junto con los 38 candidatos del Sinn Fein a las puertas del Ayuntamiento de Belfast, tradicional bastión de los protestantes unionistas probritánicos. El lema de la campaña del Sinn Fein no deja dudas de las ambiciones de Adams: "Listos para gobernar".
Aparte de recibir constante apoyo material y moral de la poderosa comunidad irlandesa de Estados Unidos y de aprovechar una creciente corriente de simpatía popular en el Ulster, el Sinn Fein se ha visto indirectamente beneficiado por las fisuras en el campo unionista que pueden erosionar el proyecto de David Trimble, el líder protestante del Partido Unionista del Ulster (UUP), la principal fuerza política en la provincia. El moderado UUP está en el centro de una hostil campaña de los sectores radicalizados como el Partido Democrático del Ulster (DUP) del reverendo Ian Paisley. El DUP y sus aliados tácticos del Partido Unionista del Reino Unido (UKU), que votaron contra el acuerdo de paz, no están boicoteando las elecciones de hoy, pero su propósito es tanto o más perjudicial: desean integrarse a la Asamblea para bloquear toda decisión política que estimen favorable para el campo católico republicano. En la recta final de la campaña, los signos de que Paisley y sus fuerzas podrían llevarse un revés están por doquier. Fuentes unionistas señalan que el reverendo y sus furibundas diatribas no han hecho sino demostrar el anacronismo de las organizaciones protestantes intransigentes. La mayoría de los otros partidos unionistas están a favor del proceso de paz y tienen una agenda positiva para la futura Asamblea. A los políticos viejos ya se les ha pasado el tiempo de hacer propuestas, comentó Lord Alderdice, el jefe protestante del Partido de la Alianza, que aglutina a miembros de ambas comunidades y que propugna la inmediata abolición de las líneas sectarias en el nuevo modelo político del Ulster.
Trimble, por su parte, dedicó las últimas horas de la campaña del UUP para exhortar a sus bases a cumplir con el compromiso contraído en la consulta de mayo y apoyar con el voto la sólida presencia unionista en la futura Asamblea. Pero cometió una imprudencia cuando en el debate televisivo del martes por la noche dijo que el Sinn Fein va a ser responsable si estallan disturbios durante la próxima temporada de desfiles protestantes por zonas católicas, que comienzan el 5 de julio. Trimble dijo que no habría problemas si Adams atara a sus perros en esas marchas. Adams condenó el uso de ese vocabulario, pero se abstuvo de lanzar un ataque frontal contra su máximo rival en la actual escena política. Si todo sale como pronostican los analistas en Belfast, Trimble, como representante del principal partido del Ulster, podría ser electo ministro principal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.