Condenados nueve jóvenes independentistas por rotura de escaparates y semáforos durante la Diada de 1994

El Juzgado de lo Penal número 6 de Barcelona ha condenado a sendas penas de seis meses y un día de prisión por desórdenes públicos a nueve jóvenes independentistas que provocaron destrozos en semáforos y escaparates al finalizar una manifestación durante la Diada de 1994. Uno de ellos, Isaac Queralt Frías, es condenado, además, a otros seis meses de cárcel por atentado contra la autoridad al lanzar una piedra contra un agente. El magistrado Luis Fernando Ariste considera que otros seis jóvenes participaron también en los hechos, pero les aplica la atenuante de minoría de edad y sólo les impone 100.000 pesetas de multa. Otro joven ha sido absuelto por los hechos al no haber declarado durante el juicio los policías que le detuvieron. Ninguno de los condenados, a excepción de Àngel Font García, tiene antecedentes penales, por lo que no deberán ingresar en la cárcel para cumplir las condenas. La sentencia considera que los acusados "se desplazaron desde diversos puntos de la geografía catalana" para participar en las manifestaciones minoritarias convocadas todos los años por colectivos independentistas como Catalunya Lliure, su organización juvenil Maulets y la Assemblea d"Unitat d"Acció. Al acabar la manifestación, los procesados acudieron a La Rambla "inspirados por el designio común de alterar la paz ciudadana" y se juntaron en un grupo de unas 300 personas "dispuestas a reivindicar de manera violenta sus ideas". De ahí, explica la sentencia, que fuesen provistos de piedras, tuercas de grandes dimensiones y pilas que arrojaron contra los escaparates que encontraron a su paso. Lo mismo ocurrió con las vallas, sillas y contenedores. La puerta de Economía Los destrozos causados a los escaparates de unos grandes almacenes, de entidades bancarias y de los semáforos de la ciudad fueron peritados en más de 1,8 millones de pesetas. Entre los edificios que sufrieron la violencia callejera figura la puerta central del Departamento de Economía y Finanzas de la Generalitat. La sentencia relata también que durante los incidentes se prendió fuego a "un trapo" y "un trozo de tela con los colores de la bandera española". El magistrado fundamenta la condena en las declaraciones de los policías que detuvieron a los jóvenes y que manifestaron haber sido testigos de los actos de violencia callejera. La resolución explica que esa versión "ha de prevalecer por razón de objetividad y coherencia sobre la versión prestada por los acusados con ánimo exculpatorio" y en la que negaron los hechos. El juez considera que "no existe razón para dudar de la veracidad" de la versión policial.