Pujol denuncia una "asfixia mediática" que impide difundir los logros de CiU

VIENE DE LA PÁGINA 1 El presidente de CDC, Jordi Pujol, presentó ayer ante la ejecutiva del partido un informe político en el que denunció una "asfixia mediática" que, en su opinión, impedía difundir los logros alcanzados por CiU gracias a su cooperación con el Gobierno del Partido Popular. El secretario general de Convergència, Pere Esteve, que informó a la prensa sobre la reunión de la ejecutiva, explicó que Pujol había insistido en la necesidad de dar a conocer a la opinión pública los "méritos políticos" acumulados por la coalición nacionalista catalana durante la presente legislatura. "El euro, la reforma del IRPF, la supresión del servicio militar obligatorio, son éxitos de CiU, igual que la ley de parejas aprobada por el Parlament de Catalunya o los grandes proyectos de infraestructuras en los que estamos trabajando, y hay que hacerlo saber", afirmó Esteve. El secretario general de CDC aclaró que, con el concepto de "asfixia mediática", Pujol se refería a la "constante cobertura periodística de asuntos que no afectan muy directamente a la ciudadanía", y puso como ejemplo "entre muchos otros" el juicio por el secuestro de Segundo Marey por parte de los GAL. Encuestas Esteve explicó que la ejecutiva convergente no dedicó demasiado tiempo a comentar la encuesta aparecida el domingo en un rotativo barcelonés, según la cual Pasqual Maragall aventajaba en 7,5 puntos a Jordi Pujol como candidato a la presidencia de la Generalitat. "Esa encuesta no es muy diferente de otras aparecidas anteriormente: una muestra muy limitada y una pregunta virtual, porque Maragall aún no es candidato y se desconoce por completo su programa, en un contexto virtual, porque no incluye a los demás candidatos", explicó Pere Esteve. De acuerdo con la encuesta, el 44,3% de los consultados votaría a Maragall y el 36,8% a Pujol. "Ese 44,3% de presuntos maragallistas engloba a todos los que están contra Pujol: gente del PP, gente del Foro Babel, antinacionalistas en general, y, por supuesto, también socialistas", ironizó el secretario general de CDC. Esteve insistió en que no había elecciones a la vista y consideró que la áspera polémica sobre el desarrollo de la ley del catalán debía desvincularse de la larga precampaña electoral iniciada, de hecho, con el retorno de Pasqual Maragall a Barcelona. El comité de gobierno de Unió, reunido casi a la misma hora que el de CDC, consideró, sin embargo, que la polémica sobre el catalán sí estaba relacionada con cuestiones electorales. El vicesecretario general de Unió, Jordi Petit, dio cuenta de la reunión e indicó que la posición de los socialistas contra el decreto sobre doblaje de películas al catalán estaba "forzado por la posición del PP". "El PP ha tomado un partido muy claro por los castellanohablantes, y el PSC teme que ese discurso le haga perder una parte de su electorado tradicional", dijo Petit. Estabilidad Igual que Pere Esteve, Jordi Petit aseguró que la ley del catalán no debía quebrantar la estabilidad política alcanzada gracias al pacto de gobernabilidad entre el PP y CiU. "CiU está por la estabilidad y la mantendrá. Si otros hacen lo contrario, deberán asumir su responsabilidad", añadió, refiriéndose al Partido Popular. Tanto en CDC como en Unió se intentó transmitir tranquilidad y confianza ante las próximas elecciones. El informe político de Pujol y su alusión a la supuesta "asfixia mediática" mostraron, sin embargo, la incomodidad que causa en el nacionalismo el ruidoso retorno de Maragall desde su retiro romano. El democristiano Jordi Petit aseguró que, dijeran lo que dijeran las encuestas, CiU ganaría las próximas elecciones al Parlamento catalán. Pero reconoció que la victoria sería difícil. "Esas elecciones habrá que sudarlas mucho", admitió.