Los expertos exigen que un órgano animal muestre seis meses de función para ser usado en personas
Los xenotrasplantes, trasplantes de órganos de animales al hombre, aparecen cada vez más como una alternativa a la escasez de órganos y la gran demanda existente. Aún están lejos de ser una realidad, recalca el presidente de la Comisión Permanente de Trasplantes del Consejo Interterritorial, Rafael Matesanz. Pero, ante los avances, una subcomisión específica, creada en mayo de 1997, acaba de dictar varias normas para que tanto las investigaciones con animales como los futuros ensayos clínicos en humanos se realicen en España con plenas garantías."Se intenta evitar que un xenotrasplante se plantee a las personas como una opción de vida o muerte de la noche a la mañana", subraya Matesanz.
En estos momentos, varios equipos investigan en xenotrasplantes en el mundo. En España trabajan dos, uno en el hospital Juan Canalejo, de A Coruña, y otro en la Universidad de Murcia. El proceso que siguen es la modificación genética de órganos de cerdo, con el fin de que expresen proteínas humanas, para, posteriormente, trasplantarlos a simios.
Desde el punto de vista quirúrgico, la operación es similar a la que se realiza en trasplantes de órganos humanos, pero entre las especies las cosas se complican. Para empezar, no está totalmente descartada la transmisión de agentes patógenos animales (virus, bacterias y hongos) al ser humano. Algunas funciones que un órgano animal debería reproducir en las personas tampoco están conseguidas. Y además, queda mucho por andar en el camino de evitar el rechazo.
En previsión de una hipotética fase de experimentación clínica en humanos, la subcomisión de xenotrasplantes no se ha planteado pedir una moratoria ante las dudas existentes, pero sí ha elaborado una especie de protocolo en el que se recomienda que sólo se autorice el trasplante si el órgano ha demostrado una supervivencia en su fase preclínica de ensayo en animales al menos de seis meses. Y además, que durante este periodo se pueda certificar la ausencia de transmisión de patógenos entre las especies.
Aspecto importante de este protocolo es el relacionado con la autorización expresa por parte del receptor del órgano. Éste deberá ser informado de los riesgos de este sistema experimental y conocer también que la hipotética transmisión de patógenos puede afectar igualmente a su entorno cercano.
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