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Fauna de asfalto

El Ayuntamiento de Alcoy cataloga cerca de un centenar de especies animales en su núcleo urbano.La cotorra de nuestra vecina, el buitre de nuestro jefe o la víbora de nuestra casera no son los únicos bichos con los que convivimos. Existen a nuestro alrededor, y sin que lo advirtamos, multitud de animales tan cosmopolitas como el asfalto y que tragan monóxidos de los tubos de escape como el que más. Por ejemplo, en Alcoy no sólo residen los cerca de 60.000 habitantes que recoge el último censo. En el núcleo industrial de esta ciudad se han instalado hasta 83 especies diferentes de peces, mamíferos, aves y anfibios, algunas de las cuales conviven con el animal hombre desde la Prehistoria. El ornitólogo, pintor naturista y educador ambiental alcoyano de 33 años, Josep Lluís Cantó ha seguido, estudiado y catalogado estas especies de animales de asfalto a lo largo de la última década. Su análisis ha dado pie al libro Fauna urbana d"Alcoi. "No se trata de los familiares de los pájaros o mamíferos que han emigrado del campo en busca de más oportunidades. Son animales que han nacido y se han criado en la ciudad", explica Cantó. "Algunas aves como el mochuelo viven en Alcoy desde el Neolítico". La mayoría se han adaptado durante años al medio urbano, "tanto que difícilmente podrían ahora sobrevivir en plena naturaleza", asegura el autor. El libro surgió a propuesta de la Gerencia de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcoy y ha sido realizado en los últimos meses. Sus páginas recogen las notas e ilustraciones de animales hechas por la mano de Josep Lluís Cantó. Àlvar Seguí, edil de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcoy, resume el libro como "una guía informativa sobre la sorprendente variedad de especies que viven a nuestro alrededor". Recoge el nombre de la especie en latín, en castellano y en valenciano, junto a una explicación sobre los hábitos y presencia de cada animal en la ciudad. Con ella se pretende, además, dar a conocer los beneficios que aportan los animales a la ciudadanía y como ésta ha de ser más respetuosa hacia ellos. Seguí no quiso pasar por alto "el privilegio que representa el poder disfrutar del canto del ruiseñor... No todas las ciudades tienen esta suerte". El libro contribuye a deshacer algunos falsos mitos. "Las serpientes no son tan malas como parecen. Acaban con los ratones que sí pueden llegar a ser perjudiciales", asegura Cantó. Otro animal con mala fama y pocos amigos entre los humanos es el dragó o salamanquesa. "Es muy común encontrar este animal en patios y terrazas. Son completamente inofensivos y beneficiosos por la cantidad de insectos que comen. Es bueno tenerlos entre nosotros". La sedentaria vida de las carpas, barbos, sapos, culebras, lagartijas, erizos, murciélagos, ratones, comadrejas, gatos, lechuzas, golondrinas, vencejos, ruiseñores, petirrojos, jilgueros, gorriones, urracas,.. completan, entre otros animales, el texto del libro. En este grupo se encuentran los estorninos y las palomas, especies contra las que se ha actuado en Alcoy por los problemas de superpoblación. Los primeros, protegidos en muchos países europeos por su condición de insectívoros, en estas tierras cambian su dieta a la fruta y producen grandes daños a la agricultura. Para evitar su molesta aglomeración en la avenida de la Hispanidad de Alcoy, en la que se llegaron a contabilizar entre 3.000 y 4.000 de estos pájaros, el Ayuntamiento optó por espantarlos con sonidos de aves rapaces emitidos desde unos altavoces instalados en las ramas de los árboles de la avenida. En el caso de las palomas, la erradicación de parte de ellas se justificó en problemas sanitarios. Josep Lluís Cantó aconseja "una forma de evitar su excesivo aumento, que puede llegar a suponer una plaga, es que todos pongamos de nuestra parte y evitemos la sobrealimentación de estas aves". La proximidad de áreas boscosas y las zonas verdes al casco de esta ciudad ha facilitado el desarrollo de tantas especies. "No es habitual poder ver ginetas o algún zorro común dentro de un núcleo urbano. Aquí se dan unas condiciones que no se repiten en otras ciudades grandes", señaló Cantó. El hábitat ha llamado la atención de especies ocasionales o migratorias como cigüeñas, águilas, halcones, buitres leonados, garzas y búhos reales, que han pasado por la ciudad. El libro aproxima los días en que estas especies visitaron Alcoy. La más espectacular fue la presencia de seis cigüeñas blancas sobre el campanario de la Iglesia de San Mauro, durante la primavera de 1995, en su expedición hacia el norte. Entre tanto animal, el ser humano también tiene un capítulo. El autor la define como "la especie generadora y determinante del ambiente en que aparecen el resto de animales descritos en el libro". Cantó ya está trabajando en la ampliación de esta guía de fauna urbana a la que se sumarán cinco nuevas especies.

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