Amedo pasa de testigo a imputado en el sumario por el asesinato de Brouard
El expolicía José Amedo, condenado a más de 108 años por crímenes de los GAL, pasará a declarar como imputado la próxima vez que comparezca ante el juzgado de Bilbao que instruye la reapertura del sumario por el asesinato de Santiago Brouard, dirigente de HB, en 1984. El juez del caso, José Luis González Armengol, adoptó su nueva situación procesal después de que Amedo negara haber participado en una reunión en Bilbao el 3 de diciembre de 1983 en la que se habría planeado el crimen.La declaración de Amedo apenas duró un cuarto de hora. El juez le preguntó si se ratificaba en la prestada el pasado 28 de abril. El exagente, juzgado ahora por el secuestro de Segundo Marey, reconoció que había participado en una reunión el 3 de diciembre en un hotel bilbaíno, junto a los entonces responsables de la lucha antiterrorista Miguel Planchuelo y Francisco Álvarez, en la que se pagó a los mercenarios Mohand Talbi y Jean Pierre Echalier por el secuestro de Marey. El juez le preguntó, por segunda vez, si había participado en alguna otra reunión y al escuchar su no le comunicó: "La próxima citación que tenga usted de este juzgado será en calidad de imputado", y le indicó que nombrara abogado.
La reapertura del sumario por el asesinato del dirigente independentista, abatido por dos mercenarios el 20 de noviembre de 1984, ha dado un vuelco en menos de 15 días. La Audiencia de Bilbao ha acordado prisión comunicada para el otro imputado, Luis Morcillo Pinillo, presunto asesino de Brouard. Éste, hospitalizado por una dolencia cardíaca, puede eludir la prisión con una fianza de cinco millones.
El segundo procesado en el caso Marey que ayer pisó los juzgados de Bilbao fue Rafael Vera, quien reconoció que, "a propuesta de Luis Roldán", envió a Bolivia a Rafael Masa, entonces comandante de la Guardia Civil, en una misión contra el narcotráfico. Masa, acusado por testigos de inducir el asesinato de Brouard, fue quien supuestamente ayudó a Morcillo a abandonar España a finales de 1989 por lo que se estaba publicando sobre el caso Brouard.
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