Zaplana advierte a Pedreño que tiene la última palabra en titulaciones y sedes universitarias

La polémica al conocerse que el Obispado de Orihuela -con el aval de Roma- cede a la Universidad de Alicante la sede universitaria del Colegio de Santo Domingo, fundada en 1545, subió ayer de tono. El presidente Eduardo Zaplana afiló los cuchillos y advirtió al rector de Alicante, Andrés Pedreño, a la comunidad universitaria y a la curia que la última palabra en titulaciones y sedes universitarias la tiene él. "Ya puede decir misa en arameo quien quiera", remató. El alcalde oriolano añadió leña al fuego al admitir que el Obispado se negó a ceder la institución a la universidad creada por el PP en Elche.

Zaplana, recordó ayer que está "legitimado" por las urnas para gobernar, e invitó abiertamente al rector Andrés Pedreño a participar en política presentándose a las próximas elecciones. La segunda parte de la andanada presidencial la puso Zaplana cuando, frente a las buenas relaciones del rectorado con el Obispado de Orihuela-Alicante, presumió de que las suyas con las autoridades eclesiásticas son "inmejorables", y citó como ejemplo la amistad que le une al arzobispo. "Algunos estamos legítimamente en la vida política porque nos hemos presentado a unas elecciones, mientras que otros quieren hacer política desde otras instituciones", señaló Zaplana en clara referencia al rector Pedreño, al que en más de una ocasión ha situado en la órbita del PSPV y en el papel de su mayor opositor. El presidente de la Generalitat fue más lejos en sus recomendaciones a Pedreño, y agregó: "lo mejor es que no siga disimulando, que actúe directamente, que asuma el papel legítimo de defender los colores políticos que quiera, pero que no siga con la provocación permanente". Zaplana manifestó su malestar por la decisión de la Junta de Gobierno de la Universidad de Alicante de trasladar el próximo año dos cursos de Turismo y Económicas al colegio Santo Domingo de Orihuela, merced a un acuerdo suscrito con el Obispado, con el que se llevaban cuatro años de negociaciones. Ahora, las autoridades eclesiásticas y el propio Vaticano han reconocido a la Universidad de Alicante como heredera de la antigua Universidad de Orihuela, fundada en 1545. La Junta de Gobierno que preside Andrés Pedreño creó el año pasado la Cátedra Arzobispo Loaces para desarrollar toda una serie de actividades en la capital de la Vega Baja, y tras recibir la autorización de la curia, ha decidido incluso celebrar la ceremonia inaugural del próximo curso académico en el Colegio Santo Domingo de Orihuela. El presidente ratificó ayer la propuesta formulada por el consejero de Educación, Francisco Camps, en el sentido de solicitar a la Universidad de Alicante que ceda el convenio suscrito con el Obispado a la Universidad Miguel Hernández, que podría utilizar de esta forma las instalaciones de Santo Domingo. Zaplana recordó a Pedreño que la competencia sobre nuevas titulaciones y su ubicación corresponde a la Administración autonómica. Contundente, y en la misma línea, Zaplana declaró: "Ya puede decir misa en arameo quien quiera. Si alguien quiere colaborar, debe venir y hablar con la Administración". El Consell esperaba una consulta de Pedreño antes de aprobar la implantación de estudios universitarios en Orihuela. Por su parte, el alcalde de Orihuela, José Manuel Medina, reconoció ayer que la Santa Sede se ha negado a modificar el convenio firmado con la Universidad de Alicante. Medina apuntó que "tanto Jesús Rodríguez Marín, rector de la Universidad Miguel hernández, como el propio consejero Francisco Camps intentaron, ante el Obispado, hacer el cambio de ese convenio con la Universidad de Alicante, pero por las razones que sean, no lo ha considerado interesante y ha seguido el acuerdo". El alcalde de Orihuela añadió que no quiere "limosna" para su ciudad, a pesar de que su antecesor, el ex consejero de Obras Públicas Luis Fernando Cartagena, y él mismo lo acordaron de forma tripartita y explícita con el Obispado y con la Universidad de Alicante.