Bazán anuncia un ajuste de 2.517 empleos, un tercio de la plantilla

El ministro de Industria, Josep Piqué, anunció ayer un plan de ajuste de 2.517 trabajadores de Bazán, lo que supone un tercio de la plantilla de la empresa, y que tendrá un coste de 52.000 millones de pesetas. El ajuste se hará con prejubilaciones y bajas incentivadas y afectará a las fábricas de Ferrol, Cartagena y San Fernando y a los servicios centrales en Madrid. Los sindicatos CCOO y UGT dijeron ayer que exigen negociar el plan y para hoy están convocados por los responsables de Industria.

El Consejo de Administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha aprobado un plan con tres años de retraso con el objetivo de "dar viabilidad a una empresa cuyo futuro estaba amenazado por sus elevadas pérdidas, que se han subsanado con la aportación pública de 71.637 millones de pesetas en los últimos cinco años".Para llevar a cabo el plan, la SEPI abrirá un diálogo con los sindicatos hoy mismo, a los que se planteará un programa de prejubilaciones a lo largo de cinco años completado con bajas incentivadas y con la incorporación de 200 trabajadores nuevos para rejuvenecer la plantilla. El coste del plan laboral es de unos 52.000 millones de pesetas, lo que supone un coste de 20,6 millones de pesetas por trabajador.

La SEPI, además, acompaña el plan con unas inversiones de 15.000 millones de pesetas para mejorar las instalaciones. Asimismo, la SEPI abordará una ampliación de capital de otros 15.000 millones. El objetivo del plan es que la facturación de la empresa pase de los 72.000 millones del pasado año a los 113.000 del año 2002, en el que debe contar con una plantilla un tercio menor a la actual. Para el 2002, la empresa tiene previsto unos beneficios de 5.751 millones de pesetas. La fábrica de Ferrol, que en la actualidad cuenta con 3.734 trabajadores, sufrirá una reducción en torno a 1.230 personas; la fábrica de Cartagena, que tiene una plantilla actual de 2.028 trabajadores, reducirá sus efectivos en unos 468 empleos, y la fábrica de San Fernando perderá unos 209 empleos de los 1.435 actuales. El resto del recorte se repartirá entre los distintos centros operativos (oficinas centrales y departamentos técnicos).

Fuentes de Comisiones Obreras y de UGT señalaron que no conocen con detalle el plan de ajuste, que llega con más de dos años de retraso. Ramón Górriz, de CCOO, señaló ayer que el recorte crea un problema social y que supone una liquidación de empleo desproporcionada que no puede ser impuesta a los sindicatos.

Un representante de UGT añadió ayer que "en principio parece exagerado el recorte de plantilla porque supondrá una descapitalización profesional en un momento en que la empresa tiene carga de trabajo". Los sindicatos añadieron que la cartera de pedidos permite la plena actividad de las plantas para los próximos años, y así se lo comunicarán hoy al vicepresidente de la SEPI, Joaquín Clotet.

El ministro de Industria dijo ayer que el objetivo del plan es lograr a lo largo del periodo del mismo una cartera de pedidos de 450.000 millones de pesetas. En la actualidad, la cartera es de 365.000 millones.