Sanidad detecta deficiencias en la esterilización de la Casa de Salud

El Informe [EN] sobre la calidad de de los sistemas de desinfección y esterilización del hospital Casa de Salud, realizado a instancias de la Consejería de Sanidad tras la detección del brote de hepatitis C en Valencia, destaca la carencia de algunos de los sistemas utilizados en los centros sanitarios para garantizar la asepsia de los procesos quirúrgicos. El estudio, realizado en la clínica privada en la que se han detectado la mayor parte de los casos de contagio imputados al anestesista Juan Maeso, constata la inexistencia de varios registros y controles.

La inspección realizada de los sistemas de desinfección y esterilización de la clínica Casa de Salud, ofrece, cuanto menos, dudas. Los expertos encargados del estudio a propuesta de la Unidad de Evaluación y Calidad Asistencial (Uesca) de la consejería llegan a la conclusión de que el centro presenta una serie de carencias en sus medidas de control, carencias por las que "no es posible reconstruir la historia de esterilización del material quirúrgico desde enero de 1995 hasta el 15 de abril de 1998", periodo en el se produjo la infección que afecta al menos a un centenar de pacientes. El estudio, elaborado a principios del mes de mayo, subraya, respecto a la central de esterilización de la clínica, la inexistencia de "protocolo escrito", la falta del "registro de cargas, ni de entrada y salida de instrumental" antes del pasado 18 de abril y la ausencia del preceptivo y habitual parte "de incidencias". Además, los controles biológicos se iniciaron hace apenas cinco meses, el 28 de enero, y "anteriormente a esa fecha sólo se utilizaban controles químicos en el interior de los paquetes y contenedores" utilizados, aunque "no se incluía un control químico externo a la carga en todos los ciclos". A tenor del apartado de conclusiones del informe, suscrito por un experto en microbiología, José Miguel Nogueira, y otro en Salud Pública, Carmen González, la presencia de estos sistemas de seguridad es, si no exigible, sí habitual. La ausencia de garantías en las condiciones de asepsia aplicables en todo proceso quirúrgico "no permiten comprobar si han existido defectos en la cadena de esterilización" del hospital en el que, según otro estudio de la consejería, se han detectado la mayor parte de los casos de contagio de hepatitis C. Los expertos en epidemiología afirman que los fallos en la esterilización del material quirúrgico pueden causar, entre otras vías, la transmisión del virus de la hepatitis C. Juan Maeso, el anestesista responsabilizado del brote por Sanidad e imputado, por el mismo caso, por el juez encargado de la investigación judicial, trabajó hasta el pasado 4 de febrero en la Casa de Salud. La dirección del centro no contestó ayer las llamadas de este periódico. No obstante, la empresa encargada del control de esterilización de parte del material clínico del hospital certificó, el pasado 12 de febrero -pocos días después de la constatación de la existencia de varios casos de contagio en el centro- la validez y corrección de los controles realizados en la central de esterilización. Ausencia en las guardias Mientras, varios altos cargos de la clínica declararon ante la Uesca -testimonios a los que ha tenido acceso EL PAÍS- que Juan Maeso fue apartado del servicio de guardias del centro en el último trimestre de 1996. La gerente de la Clínica, la hermana Lucía, y el director médico, Miguel Herráiz, confirmaron ante la inspección de Sanidad que el anestesista había dejado de asistir al menos a tres de las guardias que debía realizar en un mes, razón por la que tomaron esa decisión. El facultativo confesó, según la gerente, que los días de sus incomparecencias también debía realizar guardias en La Fe, el hospital público en el que trabajaba.