El Gobierno murciano promete a una delegación de Alicante que saneará el Segura antes del año 2000

Ramón Luis Valcárcel, presidente del Gobierno de Murcia, se comprometió ayer ante una delegación de autoridades de Alicante encabezada por el presidente de la Diputación, Julio de España, a ejecutar las inversiones que sean "necesarias" para el saneamiento del río Segura antes del año 2000. En el transcurso de una reunión celebrada en el Palacio de San Esteban, sede de la presidencia murciana, ambos mandatarios destacaron la "voluntad política" imperante para solucionar el problema de contaminación que padece el Segura. Valcárcel aseguró a De España su intención de acelerar algunas obras para frenar el vertido de residuos y aguas sin depurar al cauce del río que desemboca en Guardamar después de recorrer toda la comarca de la Vega Baja. Las primeras actuaciones consistirán en finalizar la construcción de una depuradora en Lorca en el plazo de tres meses, e impulsar la aceleración de la estación de Alcantarilla. El próximo martes, además, el Ejecutivo murciano aprobará subvencionar en un 50% las obras para evitar vertidos industriales de Lorca, que requerirán una inversión global de 1.200 millones de pesetas. La reunión sirvió también para anunciar obras de mejora y ampliación de infraestructuras hidráulicas en Molina del Segura. El Gobierno de Murcia invertirá 600 millones de pesetas para perfeccionar las depuradoras de Molina y La Ermita, y promoverá convenios con empresas conserveras para la instalación de filtros de tratamiento de los residuos que hoy vierten al Segura. Los colectores y depuradora de la ciudad de Murcia requerirán una inversión de 4.000 millones de pesetas, todavía no concretada. Actualmente están en fase de construcción las depuradoras de Alhama y Totana, en Murcia, mientras que en la provincia de Alicante el programa está mucho más avanzado. Así, ya se han construido la estación de Rojales y los colectores de Las Chismosas, pedanía de Orihuela. En construcción están las plantas de Rincón de Bonanza y Almoradí. La inversión pública en estas obras se eleva a 783 millones de pesetas.