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Sólo el 0,6% de los profesores vascos que trabaja en la red pública tiene menos de treinta años

De cada 150 profesores de la plantilla que trabaja en la red pública de enseñanza vasca no universitaria sólo uno tiene menos de 30 años. Porcentualmente, este dato se traduce en que de los 16.000 docentes que integran la plantilla, únicamente un 0,6% está en la franja de edad que va de los 26 a los 30 años. La titulación de Magisterio se puede obtener a los 21 al tratarse de una diplomatura, es decir, que necesita tres años de estudios, dos menos que una licenciatura. Esta circunstancia facilita, en teoría, que el acceso al mercado de trabajo se produzca antes que en otras carreras.

La plantilla de profesores, dependiente del departamento de Educación, está integrada por 16.000 funcionarios docentes, entre profesorado fijo e interinos estables. A esta cantidad hay que sumar otros 1.500 docentes que integran la bolsa de trabajo destinada a cubrir bajas, excedencias o permisos de los funcionarios. El promedio de edad entre el profesorado fijo es de 42 años, mientras que entre los interinos baja algo y se sitúa en 39. La media resultante es de 43 años. En cuanto a los tramos de edad, tan sólo hay un profesor con menos de 25 años, 107 entre 26 y 30 años y 945 de más de 56 años. El resto se concentra entre los 31 y los 55 años. Mientras algunos sindicatos de la enseñanza han mostrado su preocupación por la falta de docentes en los tramos más jóvenes de la pirámide de edad, en el departamento de Educación no se observan síntomas de inquietud. Enseñanza de calidad Así, el viceconsejero de Educación, Alfonso Unceta, explica que la función del departamento no es la creación de empleo, sino atender "razonablemente bien" el sistema educativo con personal cualificado y dar una enseñanza de calidad. "Por circunstancias históricas", añade, "la edad media de nuestra plantilla se sitúa en 43 años y aunque en el sistema trabajen más personas de las que tienen plaza definitiva, visto desde el ángulo de la inserción laboral, habrá años en los que la creación de empleo estable para jóvenes no va a ser posible". El viceconsejero también puntualiza que entre la bolsa de los 1.500 profesores que cubren las bajas y los permisos de los funcionarios con plaza hay un porcentaje mayor de jóvenes que entre la plantilla. Para el secretario general de la Federación de Enseñanza de UGT del País Vasco, Luis Santiso, el problema es "grave". Santiso ha incorporado a la plataforma de negociación del convenio laboral para 1998 la reivindicación de medidas generadoras de empleo. "Más que de una pirámide de edad entre los funcionarios docentes", señala, "hay que hablar de un rombo. No es conveniente tener un colectivo tan desequilibrado por edades". Unceta replica que el sistema da unos derechos a los propietarios de una plaza y mientras no se jubilen, hay momentos históricos en los que las plantillas son más jóvenes y otros en los que tienen una edad mayor. "La plantilla vasca", insiste, "tiene una media de edad razonable. En la docencia la experiencia es un elemento muy importante y nuestra plantilla está cualificada para la labor que desarrolla". En esta línea, recuerda que el acceso a la función pública viene dado en relación a las curvas de natalidad. "El impacto sobre el sistema educativo de la bajada de natalidad", dice, "se aprecia a finales de los 80. Las plantillas de profesores crecen al ritmo de los niños que hay que atender y cuando este número decrece, también lo tiene que hacer el de profesores". Los razonamientos de Educación no convencen a Santiso. Para el responsable de enseñananza de UGT la presencia de profesores jóvenes supone dar al sistema un valor añadido. De esta forma, propone al departamento adelantar la edad voluntaria de jubilación, empezando por los 59 años y descendiendo paulatinamente hasta los 55. "Esta medida", subraya, "facilitaría el acceso de los jóvenes al sistema educativo". Por otra parte, también es significativo comprobar el nivel de euskaldunización por edades. El 93% de los profesores entre 26 y 30 años ha acreditado algún perfil lingüístico de euskera, es decir que conocen la lengua vasca lo suficiente como para impartir clase. Este porcentaje llega al 94% entre los que tienen de 31 a 35 años y al 87% de los que van de 36 a 40 años. A partir de esa edad, el conocimiento del euskera decrece: el 67% de los profesores entre 41 y 45 años tienen perfil lingüístico 1 o 2, mientras que entre los de 46 a 50 años es el 50%.

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